El Futuro de los Estados desUnidos de América

“Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera.”

François de la Rochefoucauld

Ahora que ya ha pasado el 3 de noviembre y que los ciudadanos responsables salieron a votar por aquella fórmula que consideraron la mejor para los Estados Unidos, viene el momento de darle vuelta a la hoja y comenzar la reunificación de un país que literalmente se dividió en 2 frente a la contienda electoral vivida.

Es claro que Donald Trump se hizo odiar, sus comentarios constantes y su odio hacia los mexicanos y personas distintas a él, fueron la costumbre, sin embargo, eso le valió ser presidente, pues despertó el odio racial americano.

Ahora que todo terminó y que pareciera que triunfó la razón, viene una época en la cual se deberá buscar que las heridas provocadas en el campo de batalla político, cicatricen y todo aquello que fueron ánimos exaltados se conviertan en deseos de un mejor futuro para todos, donde lo que fue rencor, sea pretexto para tejer en la pluralidad el destino de ese gran país. Lo que fueron envidias y golpes bajos sean ocasión de encontrar la reconciliación entre las diferentes fuerzas políticas, porque por encima de una contienda electoral, está el futuro norteamericano.

Por eso hoy los norteamericanos, deben de hacer un profundo análisis e independientemente de por quien votaron el 3 de noviembre, deberán trabajar, desde las trincheras de cada quien, por lograr la unidad perdida y donde la seguridad, la transparencia, la armonía y el bienestar de sus ciudadanos, sean sus elementos distintivos.

Se deberá buscar a toda costa que aflore la humildad y la generosidad en quien perdió y reconocerlo con valentía, pero también se requiere que el vencedor se aparte de cualquier viso de soberbia y tienda la mano al vencido, pues de lo contrario, la intención de reunificar a un país, será solo será una maniobra política de quien ha ganado con el único propósito de jalar reflectores

Bajo ninguna circunstancia le conviene a los Estados Unidos construir un futuro basado en el agravio o el revanchismo, de esa forma no sanan las heridas si las partes se dedican a rociar limón a la herida abierta, pero tampoco ninguna herida habrá de cerrar si dejamos en el interior las pinzas del odio, la injusticia o el rencor. Recordemos también que antes de cerrar y propiciar la cicatrización, las heridas deben ser lavadas y saneadas, de otra manera seguirán destilando pus y, eventualmente, podrían romper el tejido social. Sin embargo, no olvidemos que para cualquier operación profiláctica se requiere tener las manos limpias.

Si a Estados Unidos le va bien, a México también, pero no solo por ello es que nos interesa que haya armonía, sino porque hay muchos connacionales en situación difícil ante la amenaza de deportaciones o el clima de violencia que se puede exacerbar.

Estados Unidos tiene un pasado de racismo y xenofobia del que no están curados y es nuestro deseo que esto no detone nuevamente la lucha entre blancos y personajes de color, pues al final se trata de una tierra de migrantes que después de luchas se unió y por ello lleva el nombre de: Estados Unidos.

*- El autor es asesor empresarial en cabildeo.