Pugna

 Más que divididos, los mexicanos estamos confrontados.

Un copioso bando está formado por los que apoyan a ojos cerrados al presidente López Obrados y el otro, los que están en contra de muchas de sus decisiones; pero, sobre todo, de su forma iluminada de ejercer el poder.

Esto es así, a menos de que usted tenga otros datos.

El antagonismo se recrudece y en algunos casos se torna intolerante cargado de verborrea. De unos y de otros.

Por un lado, la posición recurrente del presidente y de sus incondicionales de culpar de todo lo malo que pasa, al pasado. A la corrupción, a la impunidad y al fracaso de los gobiernos anteriores: los de Salinas, Fox, Calderón y Peña Nieto… a Zedillo poco lo pelan.

La contraparte, identificada como conservadora y reaccionaria, sin desconocer los grandes vicios y errores de los presidentes anteriores, se lamenta (escrito, en una palabra, o si prefiere en dos) diciendo que salimos de Guatemala para entrar a “Guatepeor”. Con perdón de los chapines que nada tienen que ver con el juego de los adjetivos mala y peor del dicho mexicano.

La pugna ha escalado a niveles muy peligrosos. A tal grado que, el presidente justifica la liberación del hijo del Chapo Guzmán para salvaguardar la vida de los ciudadanos de Culiacán, Sin querer aceptar que esto se provocó por un operativo aberrante por la hora, lugar y circunstancias que privaron en él. Y no tomar medidas correctivas ejemplares en contra de quienes garrafalmente se equivocaron.

Pero el presidente, no solo no acepta que se critique la forma de actuar de la guardia nacional y la policía local; sino que arremete en contra del reportero del Reforma, periódico al que calificó como su opositor al servicio de la reacción conservadora.

Intransigente en contra de sus enemigos políticos. Tolerante ante los narcos.

Inmediatamente brotan las alucinadas figuras de Donald Trump y Hugo Chávez poseedores de la verdad absoluta y del ejercicio arbitrario del poder.

Ahora bien, si alguien cree que los problemas de nuestro país se van a solucionar teniendo un creciente porcentaje de mexicanos en contra que no creer o -por lo menos- dudan de la cantaleta mañanera con vanagloria incluida; “¡Vamos requetebién!” Yo, nomás no.

LA PALABRA DE HOY: PUGNAR.

“Pelear con los puños” es el significado etimológico del verbo pugnar del latín 'pugnare' y del que se deriva la palabra púgil…

El Diccionario de la RAE, en segunda acepción, señala que pugna significa oposición, rivalidad entre personas, naciones, bandos o parcialidades.

Por ello, impugnar es combatir, contradecir, refutar. En el orden judicial, interponer un recurso contra una resolución. En democracia, ejercicio de la libertad de opinión.

DE MI BIBLIOTECA: UN INDIO ZAPOTECO LLAMADO BENITO JUÁREZ.

Fernando Benítez cuenta una anécdota de Benito Juárez (que tiene visos de leyenda) señalando que de niño se embarcó con un par de amigos en una pequeña canoa y, cuando fueron sorprendidos por un ventarrón, sus compañeros, asustados, abandonaron la embarcación y nadaron a la orilla. Solo Benito se quedó en ella y aguantó hasta que terminó la ráfaga. Se supone que de esa muestra de valor surgió “Lo que el viento le hizo a Juárez”. Parafraseando: “Lo que las pugnas le hacen a López Obrador” ¿Nada?    

*El autor es profesor de Redacción Creativa en Cetys Universidad.