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Relaciones públicas, diplomacia y gastronomía

Desde tiempos antiguos la gastronomía ha formado un papel fundamental en la cultura de los pueblos.

“El sibaritismo gastronómico, unido a la inteligencia

contribuye a hacer a los hombres amables”.

“Las reconciliaciones sólo se completan en la mesa”.

ALEXANDRE GRIMOD DE LA REYNIERE

Desde tiempos antiguos la gastronomía ha formado un papel fundamental en la cultura de los pueblos. Pasando por los grandes banquetes greco-romanos, las mesas con abundante comida y bebida de los vikingos, las comelonas de reyes en la edad media al recibir a invitados especiales o cuando quería realizar un buen trato con algún emisario de otro reino. Inclusive hasta algunas creencias religiosas como la cristiana, la ceremonia más importante se remonta justamente al compartir mesa con otros: la última cena.

Hoy en nuestros días que utilizamos las cenas y comidas para celebraciones tanto familiares, cómo para entablar en un ambiente más amable y cálido, relaciones empresariales y/o comerciales para conocer a fondo a la contraparte, llegar a un buen acuerdo o bien celebrar que hemos cerrado el trato o negocio. La mesa siempre ha sido un factor fundamental en la relación entre los individuos y en el caso de las relaciones públicas entre los organismos (empresas, instituciones educativas, gobiernos o asociaciones civiles) que estos representan.

Las relaciones públicas internacionales o comúnmente llamadas diplomacia, no se podrían entender sin el intercambio cultura y multilateral de los pueblos, donde la gastronomía ha venido a ser un fundamental elemento de cohesión y comprensión de las formas de pensar del otro. Cómo una herramienta indispensable de la diplomacia cultural que pretende influenciar, convencer y generar un intercambio y construcción de puentes de comunicación entre lospueblos de las naciones.

La gastronomía refleja la cultura de una nación, representa un elemento de identidad, porque expresa lossabores, los colores, olores y manera de alimentarse unapoblación. Precisamente, por ser un elemento determinante de la cultura.

Cuando una nación comparte su alimento, está ofreciendo lo que considera mejor de sí, para no sólo halagar alotro, sino hacerlo partícipe de lo que considera valioso.

Un célebre exembajador español de nombre José LuisMessias afirmaba que “Para el embajador, la mesa del comedor es tan importante como la del despacho”. Así mismo Hillary Clinton conocida política norteamericana, enalguna ocasión mencionó que “la gastronomía es la herramienta diplomática más antigua del mundo”. Y no hayduda de que ambos personajes tenían razón, porque la diplomacia culinaria busca mejorar las relaciones bilaterales entre países mediante el uso de la comida y las experiencias gastronómicas, que sirven para agasajar a losinvitados e introducirlos a un terreno donde las negociaciones puedan fluir de mejor manera.

Yo no encuentro una mejor manera de conocer a alguien,entablar una negociación o bien entablar relaciones fructíferas que en una buena comida o con un buen vino. La bebidasin duda nos relaja, pero los alimentos nos reconfortan. Yambas situaciones propician un mejor entendimiento y escucha del otro. Qué fuera de las relaciones públicas sin undesayuno presentación, una comida de negocios o una cena para celebrar un premio. Sin duda serían aburridas. Cada receta, cada combinación guarda en sí una historia, unaanécdota, un recuerdo que dice mucho de la vida, costumbres e historia de quienes las elaboraron, pero también dequienes nos las ofrecen y comparten.

Brindemos con vino de Baja California por las relacionespúblicas, la diplomacia y la gastronomía exquisita que nosda nuestro México. ¡Salud!

*- El autor es Publirrelacionista socio fundador de PRORP capítulo Tijuana y actual Presidente de CANIRAC Playas de Rosarito.

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