Migrante indígena regresa a Guatemala después de pasar 7 años en cárcel de México sin juicio
Según estadísticas del gobierno federal de México, el 43% de las personas recluidas en las cárceles del país no han sido condenadas ni sentenciadas.
GUATEMALA.- Juana Alonzo Santizo, una migrante indígena que fue acusada de secuestro y encarcelada en una ciudad fronteriza del norte de México desde hace 7 años, fue liberada tras la orden que dio un tribunal el sábado.
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La mujer maya chuj salió de su pueblo, San Mateo Ixtatán, en el año 2014 con el propósito de llegar a Estados Unidos. En Reynosa Tamaulipas fue detenida por funcionarios de inmigración. Posteriormente la policía la acusó de secuestro y desde entonces había permanecido en prisión preventiva.
Netzaí Sandoval, jefe de la oficina federal de defensores públicos de México, dijo que el tribunal dictaminó no había pruebas consistentes en su contra. Asegura que Alonzo Santizo fue torturada y obligada a firmar una confesión que no entendió porque no podía hablar español.
Una campaña de defensa de su libertad fue apoyada por grupos nacionales e internacionales y por el presidente Andrés Manuel López Obrador, y la fiscalía de Tamaulipas retiró los cargos en su contra.
Todos sus derechos fueron violados
“Es un caso totalmente aberrante”, dijo Sandoval. Todos sus derechos fueron violados porque “ella es mujer, es indígena, es migrante, es pobre y no hablaba español”.
Alonzo fue recibida por su familia en el aeropuerto de la Ciudad de Guatemala el domingo, y se derrumbó en los brazos de su padre y su tío. Sus familiares la ayudaron a cambiarse los jeans por la ropa tradicional regional.
“Es fácil ir a prisión, pero es difícil salir de ella”, dijo Alonzo en un español entrecortado, que aprendió mientras estaba en prisión.
Según estadísticas del gobierno federal de México, el 43% de las personas recluidas en las cárceles del país no han sido condenadas ni sentenciadas.