Aumento de suicidios en México
El riesgo de cometer suicidio es uno de los principales factores de urgencia que la psiquiatría teme en todo el mundo y, en México, cada año va en aumento
El suicidio es considerado un problema de salud mental, pero no se debe descartar el hecho de que la sociedad y los factores externos también juegan un papel muy importante para que una o más personas lleguen a tomar una decisión de este tipo.
El riesgo de cometer suicidio es uno de los principales factores de urgencia que la psiquiatría teme en todo el mundo, y en México cada año va en aumento.
Imagina vivir en una realidad donde quitarte la vida sea la única o mejor opción para solucionar lo que sea que te esté afectando, emocional, social, psicológica o económicamente (entre un larguísimo etcétera).
A través de la Gaceta de la Unam, se muestra información que menciona que, según las estadísticas, los jóvenes y adolescentes son los más propensos a cometer suicidio, considerados en la cuenta de que cada 40 segundos una persona se suicida.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), mencionan que en 2020 fueron 7 mil 896 suicidios los que se dieron en México, según menciona la médico psiquiatra Laura Barrientos, académica de la Facultad de Medicina (FM).
Vulnerabilidad ante el suicidio
Pese a que las mujeres abarcan el mayor porcentaje en cuanto a intentos de suicidio, son los hombres los que alcanzan el mayor porcentaje en lograr quitarse la vida una vez que lo intentan; de todos los intentos, el 81.6 por ciento se consuma, menciona la especialista.
El método más utilizado en hombres para morir por mano propia es el ahorcamiento y en segundo lugar el uso de arma o lanzamiento al vacío. Por otro lado, las mujeres suelen utilizar dosis altas de fármacos, ya sea de algún tratamiento psiquiátrico o de cualquier otro medicamento.
Un dato que resulta en extremo lamentable es que el suicidio es más frecuente en jóvenes de los 14 a los 29 años de edad. De las 7 mil 896 personas que cometieron suicidio, 2 mil 293 tenían entre 20 y 29 años y adolescentes de 10 a 29 años abarcaban un total de Mil 260. Sumados, representan casi la mitad de los suicidios de 2020.
Riesgo de suicidio
Los que más tienen riesgo de suicidio son los hombres mayores de 45 años, sobre todo ancianos, que carecen de una red de apoyo o se encuentran en soledad. De igual manera, personas que forman parte de la diversidad sexual que se distingue de la heterosexualidad, suelen ser propensas a suicidarse.
Un dato sorprendente para algunos será que las mujeres que se encuentran casadas y con hijos, corren más el riesgo de suicidarse que las que no cumplen estas características. Sin embargo, la población joven es la más vulnerable.
El suicidio es algo que se mantiene constante en México y el mundo, siendo actualmente la cuarta causa de muerte en jóvenes y se calcula que para el año 2029 se convertirá en la segunda causa de mortalidad juvenil. Esta prevalencia en los suicidios seguirá en alza si no se implementan mejores y más efectivas estrategias de prevención.
Otros riesgos
La depresión es uno de los padecimientos más relacionados con el riesgo de suicidio, lo cual conlleva otro problema en los servicios de atención psiquiátrica. Durante el año 2000 se predijo que para el 2020, la depresión sería la segunda causa de discapacidad (esto sin contemplar que en 2020 entraríamos en la crisis sanitaria por Covid-19 que, no sólo acabó con la vida de muchos, sino que, por el encierro, se registró un aumento en los casos de depresión). No sólo esta alarmante predicción se cumplió, sino que los datos afirman que se superó.
Otro riesgo que se ve ligado casi directamente a la depresión y al suicidio es la ansiedad, siendo uno de los trastornos mentales más frecuentes. Además, es uno de los trastornos que menos son detectados en tiempo y forma; personas que la padecen no recurren a los servicios psiquiátricos, ya sea por el estigma o por la desinformación.
Causas del suicidio
Nunca se sabe con exactitud qué es lo que puede desencadenar una decisión de este tipo en personas suicidas; nunca se sabe qué es lo último que pasa por sus mentes o qué pequeño factor fue el detonante para no encontrar otra salida.
Sin embargo, los datos muestran que el 50 por ciento de la población con intentos de suicidio se presentaron con algún trastorno psicótico como causa; ataque de pánico, ruptura de alguna relación, la pérdida de un ser querido, alguna enfermedad crónica terminal (cáncer o insuficiencia renal, por ejemplo) o pérdida del estatus económico o el empleo, fueron las causas que se presentaron durante la pandemia por Covid.
El riesgo aumenta, según Barrientos, si la persona ha tenido intentos de suicidio previos, por lo que menciona que los seres cercanos a esas personas deben estar al pendiente de su conducta y ofrecer un soporte que pueda significar un motivo para no morir. Además, se debe poner más atención en ciertas alarmas, como en caso de que se presenten amenazas o ideas de culpa y desesperanza, o si identifican algún dato de planeación suicida estructurada, como cartas de despedida.
Algunos síntomas por los cuales se puede llegar a solicitar consulta en los servicios de urgencia son trastornos del sueño, la pérdida del apetito y de la libido, crisis de ansiedad, sensación de muerte inminente o alteraciones en el estado de la conciencia.
¿A dónde se puede acudir?
En caso de que una persona se haya lastimado físicamente o intoxicado con algún medicamento, lo principal es llevarle a un hospital donde esa urgencia pueda ser atendida de inmediato.
La mayoría de los pacientes, indica la especialista de la FM, llegan en algún estado de agitación psicomotora por episodios psicóticos o estados de delirio y con alteraciones en la conducta. Por este motivo, muchas veces son inmovilizados para evitar que se lastimen a sí mismos o a otras personas.
En caso de que sea una urgencia psiquiátrica, los sujetos que son potencialmente suicidas, deben acudir a un centro psiquiátrico o institutos de psiquiatría y neurología, para ser atendidos y canalizados correctamente.
Un problema común
Ante el aumento constante de suicidios en el país, es importante considerar medidas que sean de verdad efectivas en cuanto al suicidio; es importante identificar los focos rojos que pueda presentar una persona, así como acudir a instancias que se especialicen en atender estos casos.
No obstante, es importante considerar que cada persona es diferente, que cada proceso es diferente y que el sentimiento agobiante de catalogarles en trastornos determinados o un diagnóstico que no siempre suele ser el adecuado, puede provocar un empeoramiento en la conducta y, sobre todo, en el interior de cada persona.
Los tratamientos y terapias no son lo único a lo que se tiene que recurrir cuando una persona muestre señales de depresión o desencanto por la vida; los pasatiempos, el estar cerca de los seres queridos, realizar actividades que tengan mucho que ver con los gustos y aficiones, son de gran importancia y utilidad para cada individuo.
Tomar conciencia es de lo más importante que nos corresponde como sociedad, pues muchas veces juzgamos y categorizamos la vida de otras personas sin saber por lo que puedan estar pasando. Muchas veces un comentario negativo puede ser un detonante que lleve a una persona a tomar decisiones fatales en sí misma.
No juzgar, no señalar, no mal aconsejar o tachar de incorrecto la forma de vida de alguien que recién experimenta sus gustos o se está autodescubriendo, es de gran importancia. Una palabra de aliento, una sonrisa o un gesto de afecto y comprensión son cosas sencillas que muchas veces, sin saber, pueden estarle salvando la vida a alguien.
Recuerda que cada proceso es distinto, cada quien vive a su propio ritmo, a su propio tiempo; la presión de la sociedad puede ser muy asfixiante muchas veces, pero, tarde o temprano, aunque no siempre se vea una salida, cada quien encuentra su propio camino y un lugar cómodo donde pueda caber sin forzarse a nada.
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