Luis Echevería fue candidato al Nobel de la Paz, aun después de la masacre de Tlatelolco y El Halconazo
Luis Echeverría se vio involucrado en dos de los episodios más sangrientos de México y pese a ello fue aspirante al premio Nobel de la Paz en 1976.
CIUDAD DE MÉXICO.- Este sábado, México amaneció con la noticia de la muerte a sus 100 años de Luis Echeverría Álvarez, ex presidente involucrado en algunos de los momentos más turbios de la historia del país, y pese a ello estuvo nominado al Premio Nobel de la Paz en 1976.
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Cabe recordar que Eceheverría fue al único de los 13 ex funcionarios acusados de la matanza de Tlatelolco, del 2 de octubre de 1968, que se le dictó orden de aprehensión, que libró luego de que un juez le otorgara auto de libertad a su favor porque el delito de genocidio que se le imputaba había preescrito.
Durante la masacre estudiantil en Tlatelolco, 10 días antes del inicio de los Juegos Olímpicos de México 1968, Luis Echeverría fungía como Secretario de Gobernación en la presidencia de Gustavo Díaz Ordaz.
Luis Echevería fue candidato al Nobel de la Paz, aun después Tlateloloco y El Halconazo
Junto a Echeverría, los nominados al Nobel de la Paz eran Uhro Kekonen, ex mandatario de Finlandia y la Madre Teresa de Calcuta, oriunda de Albania, por su labor de dedicarse en vida al cuidado de leprosos y niños abandonados en la India, recuerda una entrada del diario español El País.
Sin embargo, la decisión del Parlamento Noruego, encargado de elegir a la persona ganadora del reconocimiento, decidió declararlo desierto, lo que ocurría por décima vez desde la Segunda Guerra Mundial.
Fue en 2005 cuando un magistrado afirmó que Echeverría, desde su cargo, perpetró una conducta que trajo como consecuencia los hechos del 2 de octubre de 1968, pues por medio de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) se constituyó un grupo armado, denominado "Batallón Olimpia", en forma conjunta con otras instituciones del gobierno de México.
De acuerdo con recopilaciones de cercanos a Echeverría publicadas en un artículo de Infobae, el comienzo de la represión estudiantil no fue casual y el desenlace tampoco, pues señalan que todo fue parte de un plan en el que coincidieron los intereses de Echeverría, el filósofo y el comandante Jesús Castañeda Gutiérrez, miembro del Estado Mayor Presidencial.
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En diciembre de 1970, con Echeverría en la presidencia, Castañeda Gutiérrez pasó de comandante a jefe del Estado Mayor Presidencial.
Datos desclasificados del gobierno de Estados Unidos señalan que la cifra máxima fue de 200 personas muertas en lo que se conoce como "la matanza de Tlatelolco", ocurrida 10 días antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos de México.
El Halconazo en el sexenio de Luis Echeverría
En las inmediaciones de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros, el 10 de junio de 1971 estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN) salieron a las calles para exigir al entonces presidente Luis Echeverría (1970-1976) libertad política y la democratización de la enseñanza.
Se trataba de la primera gran manifestación de estudiantes tras los hechos ocurridos tres años atrás en Tlatelolco.
La manifestación pacífica, que se llevaba a cabo en la Calzada México-Tacuba, terminó en masacre por la irrupción del grupo paramilitar "Los Halcones", que abrió fuego para reprimir a los estudiantes, lo que dejó cuando menos 22 muertos, numerosos desaparecidos y medio centenar de heridos.
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Se considera a esa matanza uno de los episodios más violentos de la "guerra sucia" del Gobierno contra movimientos de oposición política y armada entre fines de los años sesenta y principios de los ochenta.
A este sangriento episodio de la historia de México se conoce como "El halconazo" o "La matanza del Jueves de Corpus", y aparece en la película "Roma" de Alfonso Cuarón.
Se le llamó "halconazo" porque los agresores formaron parte de un grupo paramilitar conocido como “Los Halcones”.
Durante varias décadas se ha documentado que Los Halcones fue un grupo paramilitar financiado por el gobierno.
Y su propósito, dicen investigadores y organizaciones de derechos humanos, fue reprimir cualquier protesta o movimiento social.