Latinoamérica sufre recesión económica tras pandemia, afirma AI
AI explicó que varios países de América Latina usaron fuerza excesiva contra quienes ejercían su derecho a protestar.
CIUDAD DE MÉXICO.- Durante su informe anual sobre Derechos Humanos, la organización Amnistía Internacional (AI) explicó que, tras la pandemia por covid-19, los países de América Latina experimentan una gran recesión económica que solamente se agrava a causa de que sus gobiernos no garantizan el cumplimiento de sus derechos básicos.
Las autoridades no garantizaban (en 2022) el acceso de millones de personas a los derechos básicos a la alimentación, el agua y la salud, y los sistemas de atención de la salud seguían adoleciendo de una grave falta de fondos. En un contexto de recesión económica, en muchos países las autoridades intensificaron el uso de tácticas represivas para acallar la disidencia y numerosas formas de protesta", se lee en el documento.
Asimismo, AI añadió que múltiples gobiernos declararon estados de excepción, lo que representó graves violaciones a los Derechos Humanos; tales como detenciones, juicios injustos y homicidios ilegítimos.
La organización afirmó que la represión se ejecuta usando fuerza excesiva contra las personas que ejercían su derecho a protestar
Los gobiernos deben tomar medidas inmediatas que aseguren la asignación del máximo posible de recursos disponibles para garantizar el cumplimiento de sus obligaciones básicas mínimas en materia de derechos económicos, sociales y culturales", consideró la organización.
En varios países, informa el documento, activistas y movimientos sociales salieron a la calle para reclamar derechos económicos y sociales básicos, el fin de la violencia de género y la excarcelación de las personas detenidas de forma injusta, y para defender el medioambiente.
Asimismo, agregó la organización, sectores de la población discriminadas como personas negras o pueblos indígenas fueron víctimas "de manera desproporcionada" de violaciones de derechos humanos, como abusos policiales y tortura y otros malos tratos en los centros de detención de personas migrantes.
Por otra parte, AI aseguró que "en la región se produjeron importantes retrocesos en relación con los derechos sexuales y reproductivos" y, en varios países, las autoridades aprobaron medidas que menoscababan el acceso al aborto y prohibían la educación sexual integral.
La violencia contra las mujeres y las niñas continuaba siendo generalizada, y las personas LGBTI seguían corriendo peligro. En algunos países se registró un nivel sin precedentes de asesinatos de personas transgénero.
Por último, la migración y "los nivele históricos" de personas en busca de refugio continuaron en aumento y las autoridades aplicaron "políticas regresivas que menoscababan los derechos de las personas refugiadas y migrantes y contravenían el derecho internacional", aseguró AI.