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Caso ABC: "La guardia nunca terminó", médico interno se viraliza al recordar cómo fue el 5 de junio de 2009

Sirenas ensordecedoras y policías llegando con niños en sus brazos hasta que el hospital se llenó son parte del recuerdo del médico interno Oswaldo Miranda de aquel 5 de junio de 2009, cuando se incendió la guardería ABC.

Caso ABC: "La guardia nunca terminó", médico interno se viraliza al recordar cómo fue el 5 de junio de 2009

CIUDAD DE MÉXICO.- El médico interno, Oswaldo Miranda, recordó cómo vivió el 5 de junio de 2009 una guardia que “nunca terminó” por el incendio en la guardería ABC.

Oswaldo menciona que estaba frustrado porque no pudo irse a casa, pero no imaginaba lo que estaba por ocurrir.

A punto de terminar mi guardia en urgencias como médico interno de pregrado me asignan un paciente, por lo tanto no pude irme a mi casa en punto de las 3 de la tarde lo que desató mi frustración sin imaginar lo que sucedería tiempo después, siendo así me quedé a atender a mi paciente".

Policías traían niños en sus brazos hasta que el hospital se llenó

Detalla que se quedó a atender a su paciente. Escucharon y luego policías les entregaban en brazos a niños hasta que el hospital se llenó.

En principio creyó que se había quemado una casa, pero cada vez eran más y más, por lo que pensó que eso "ya no era normal".

Se escucha el sonido ensordecedor de una sirena seguido de unos pasos los cuales recuerdo perfectamente y eran policías los cuales nos entregan en los brazos a dos niños, pero en cuestión de minutos llegan otros entregados por policías, paramédicos y gente civil, el número no lo recuerdo, todos desconcertados sin saber que sucedía la primer impresión que tuvimos fue se quemó una casa".

Sirenas ensordecedoras recuerda el médico interno antes de que policías llegaran con niños en sus brazos al hospital.

El hospital se llenó, recuerda tragedia en ABC

Momentos más tarde el hospital se empezó a llenar, por lo que el joven Oswaldo llamó a su madre para avisarle que no lo esperara ya que "pasó algo muy feo".

Llamé a mi madre y le dije no voy a llegar, no me esperes paso algo muy feo, en cuestión de minutos se encontraba lleno el área de choque, camillas y encamados de urgencias en un hospital de adultos".

El Dr J Martín Ibarra C. tomó el teléfono y por el voceador pidió que todos los médicos residentes e internos de todos los servicios bajaran inmediatamente a urgencias, por lo que nos concentramos en tratar de reanimar a cada uno de ellos.

"Las enfermeros y los enfermeros ponían su máximo esfuerzo en canalizarlos y los cirujanos en realizar venodisecciones", recuerda luego llegó una persona que mencionó las palabras "guardería ABC de la colonia Y griega"; así fue como pudieron entender la magnitud de lo que pasaba.

El trabajo en equipo fue fundamental para atender a todos los niños camilleros intendentes, choferes, enfermeros, trabajadoras sociales , paramédicos, psicólogos y médicos comenzaron a tirar colchones de los pisos al área de urgencias para poder pasar a los pacientes que ya estaban a esos colchones y poder utilizar los que tenían asignados para así cederlos para atender a los niños".

La búsqueda implacable del personal médico se centró en soluciones, ventiladores y catéteres para brindarles la mejor atención, "muchos pacientes se dieron de alta voluntaria al vernos como corríamos para atender tal urgencia", puntualiza.

El médico recuerda haber visto que de decenas de niños que llegaban por el incendio en la Guardería ABC solo dos lloraban, con lo que confirmó la gravedad de la situación.

Describió cómo fue la llegada de las decenas de niños (49 en total) y solo dos de ellos llegaron llorando, con lo que confirmó la gravedad de la situación a la que se sumaron pediatras del HIES como apoyo.

Recuerdo de las decenas de niños que llegaron solo dos lloraban, lo que confirmaba la gravedad de la situación, en cuestión minutos después llegaron los pediatras del HIES comandados por el Dr Alejandro González Mares a los cuales vimos como una luz de ayuda, y que de una forma magistral el repetía cuál era el mejor manejo que debíamos darles, además en una sábana colocaron decenas de catéteres y tubos orotraqueales pediátricos para quienes necesitaran de ellos los utilizarán".

La lamentable muerte de alguno de los niños

Miranda también se entristece al recordar que a pesar de sus esfuerzos no pudieron salvar a algunos de los pequeños pacientes.

Lamentablemente algunos de ellos fallecieron a pesar todos los esfuerzos y maniobras realizadas, a cada uno de ellos los fuimos colocando en la 'mipera' mientras veíamos por los ventanales a los familiares llegando a la explanada de urgencias para saber si su niño estaba en este hospital".

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Luego atendieron a las maestras que trataron de sacar a los menores de la estancia infantil:

Tiempo después llegaron las maestras quienes habían sufrido los estragos del incendio intentando sacar a los niños, las cuales fueron atendidas por los médicos internistas recuerdo la preocupación del Dr. Jorge Gabriel Puebla Clark por atenderlas".

Al final del día los médicos llevaron a los niños que no sobrevivieron a unas comillas con cortinas cerradas y acompañaron en el sufrimiento a sus padres.

Por último, vivieron lo más complicado: tuvieron que llevar a aquellos niños que no sobrevivieron y acompañar a los padres en el sufrimiento.

Finalmente llegó el momento más triste el llevar a cada uno de los niños que había fallecido a las camillas con las cortinas cerradas y pudimos ver, sentir y sufrir con los padres el momento en que esa cortina se abría y eran identificados, en ese momento se sintió la unidad en todo el hospital, como casi todos abrazados lloramos ese momento que jamás se borra de nuestras memorias".

Reflexiona sobre el caso ABC

El médico interno Oswaldo Miranda dejó una reflexión final en su mensaje:

"Me retiré del hospital y llegué a mi casa no a las 3:15 pm sino hasta las 8 de la noche, sabiendo como todo el país ya estaba enterado de esta tragedia pero con una serie de sentimientos encontrados que aún son difíciles de borrar.
A los 49 espero sigan volando muy alto .

A los familiares de los bebés afectados no existen palabras para expresar las condolencias de esta tragedia, pero espero que algún día encuentren ese alivio necesario para superar ese dolor.

A todo el personal de salud del Hospital General que mencioné y los que no porque mi memoria me falla pero que sé que estuvieron ahí, mi total admiración ya que involuntariamente también se convirtieron en héroes por su gran labor como profesionales pero sobre todo como personas".

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