Si eres mexicano y tienes uno de estos 10 apellidos, probablemente eres más "europeo" de lo que crees

Los apellidos, esos vínculos familiares que nos identifican, tienen una historia fascinante y reveladora. A menudo nos preguntamos sobre el origen de los apellidos que aparecen en nuestros documentos, y en el caso de México, la influencia de la conquista y colonización europea se hace evidente en los nombres de muchas familias.

La historia de los apellidos en México nos lleva de regreso a España, donde comenzó una travesía que perdura hasta hoy, informa Debate.

A lo largo de la historia, los apellidos han servido como identificadores de parentesco en innumerables sociedades alrededor del mundo. En México, al igual que en otras naciones latinoamericanas, la llegada de los conquistadores españoles marcó un punto de quiebre.

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La imposición de la lengua, cultura y, por supuesto, los apellidos europeos se convirtió en parte integral de la historia del país.

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10 apeliidos más comunes de origen europeo

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México, los 10 apellidos más comunes, tienen origen europeo, principalmente español:

• Hernández
• García
• Martínez
• López
• González
• Pérez
• Rodríguez
• Sánchez
• Ramírez
• Cruz

El gobierno español ha publicado una lista que incluye decenas de apellidos europeos que son hoy en día comunes en México y otros países de América Latina, como Abraham, Acevedo, Alonso, Barral, Cabrera, Delgado, Enrique, García, Jiménez, Madrid, Pérez, Torres, Uría y muchos otros.

Este legado de apellidos europeos es un recordatorio de la influencia y la conexión que México tiene con la historia de España.

A medida que exploramos la genealogía de nuestros apellidos, podemos trazar un viaje a través del tiempo y entender cómo nuestras raíces están entrelazadas con un pasado compartido, enriqueciendo la diversidad cultural de México y su gente. Claro, que también existen casos de familias que en algún momento de su historia decidieron cambiar sus nombres y apellidos, por lo que la línea continuó hasta que las nuevas generaciones desconocieron su verdadero origen.

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