Miles de migrantes enfrentan una lucha contra las adversidades climáticas
La sorpresiva llegada del frío pone a prueba la resistencia de los migrantes
La crisis humanitaria en la frontera norte de México se agrava con el inicio de la temporada de frío. Miles de migrantes en Ciudad Juárez se ven obligados a dormir al aire libre o en refugios sin calefacción, soportando temperaturas de hasta 3 grados Celsius.
Muchos de estos migrantes han cruzado el río Bravo, a pesar de que el agua esté cerca de congelarse, y provienen de lugares más cálidos, lo que hace que el clima extremadamente frío de la frontera sea aún más difícil de soportar para ellos.
La Diócesis de Juárez ha pedido a los ciudadanos que contribuyan con abrigos y alimentos para ayudar a los migrantes, especialmente en el comedor principal que alimenta a esta población. Ciudad Juárez es un punto importante en el flujo migratorio desde México y Centroamérica, y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha advertido sobre un aumento significativo en la migración irregular en la región. Los migrantes enfrentan condiciones climáticas extremas, con temperaturas muy altas en verano y ahora con frentes fríos que se acercan a 0 grados en invierno.
Se destaca la importancia de la solidaridad con los migrantes, especialmente en términos de donativos de ropa de invierno, alimentos, leche para niños y pañales. La discriminación hacia los migrantes por parte de algunos residentes de Juárez es un problema lamentable, y muchas personas que están en la calle no siempre reciben ayuda.
A pesar de una disminución reciente en la cantidad de migrantes debido al frío y un aumento en la vigilancia de las autoridades mexicanas, se espera que una nueva caravana de más de 6 mil migrantes que se dirige hacia Ciudad Juárez aumente la necesidad de asistencia. Aunque la cantidad de migrantes ha disminuido en comparación con un período anterior de alta migración, el problema persiste.