Ciudad Juárez, México - 27 de mayo de 2024.- Una organización dedicada al tratamiento de adicciones en Ciudad Juárez ha alertado sobre el creciente problema del consumo de fentanilo entre los migrantes que llegan a la ciudad.

Julián Rojas Padilla, coordinador de Reducción de Daños en el Programa Compañeros, ha comunicado a EFE que el fentanilo, mezclado con otras sustancias, está proliferando en Ciudad Juárez, impactando directamente a los migrantes que ya están enfrentando diversos desafíos al llegar a la frontera.

Según Rojas Padilla, muchos migrantes llegan a Ciudad Juárez ya consumiendo drogas, mientras que otros, debido a las difíciles condiciones de la migración, recaen en el consumo de sustancias que habían dejado en sus lugares de origen. La falta de oportunidades laborales y de redes de apoyo deja a estos individuos vulnerables, exponiéndolos a experimentar con drogas más peligrosas o a retomar viejos hábitos.

Sin estas oportunidades de trabajo, de redes de apoyo, en estas condiciones de vulnerabilidad en que se encuentran, todo eso los deja expuestos a experimentar con otro tipo de sustancias o a retomar las sustancias que ya consumían desde su lugar de origen y que allá las consumieron por algún tiempo”, expuso.

México: entre el tráfico y el consumo

La advertencia surge en un momento en el que Estados Unidos intensifica su presión para regular el flujo de fentanilo desde México. Según Estados Unidos, esta droga y sus componentes químicos se originan en Asia y llegan al país, aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador niega que exista un problema de consumo en México.

En 2023, la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama) informó que atendió a 430 pacientes por consumo de fentanilo, lo que representa un aumento del 29 % respecto a los 333 casos del año anterior.

“Se concentran en estados del norte del país como Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Sinaloa y Sonora. Esto muestra que el incremento es a nivel local, no nacional. Sin embargo, la principal preocupación gira en torno a su alta letalidad”, advirtió en un informe.

Rojas Padilla explicó que el fentanilo, un opioide sintético, es significativamente más potente que la heroína, siendo 150 veces más poderoso, y que supera en 100 veces la intensidad de la morfina, convirtiéndolo en extremadamente peligroso.

Además, detalló que este compuesto induce un estado de sedación y letargo, dejando a las personas en un estado similar al de un “zombie”, donde pierden la capacidad de moverse y la percepción del tiempo.

También advirtió sobre la peligrosidad del fentanilo al no tener color ni olor, lo que significa que su presencia en cualquier otra droga puede resultar en una sobredosis fácilmente.

“Hemos escuchado experiencias de usuarios que han consumido fentanilo en pastillas y otros no tienen idea sobre si ha sido fentanilo o no, pero platican que han tenido la experiencia de que la heroína trae un efecto más potente y, por eso, asumen que han consumido fentanilo”, contó.

El especialista señaló que esto aumenta considerablemente el peligro para la población migrante, ya que al obtener cualquier sustancia, no pueden determinar si ha sido mezclada con fentanilo.

“Las personas no se dan cuenta hasta que lo consumen y tienen un evento de sobredosis, es la forma de detectar la presencia de fentanilo”, indicó.

Testimonios

Enrique Alarcón de la Paz, originario del centro de México, se trasladó a Juárez y se vio envuelto en el consumo de fentanilo, lo que lo llevó a buscar ayuda en el Programa Compañeros para superar su adicción.

Sí he consumido fentanilo, en forma de pastillas y en mi experiencia ha sido difícil porque es una droga muy fuerte, la cual me ha hecho vagar por la calle, hacer muchas cosas desagradables por la adicción que tengo. No es algo grato, es una droga muy fuerte, la cual me ha hecho llegar hasta el fondo”, confesó.

“La primera vez sentí mejor que la heroína, sentí la euforia, a los jóvenes les digo que no la prueben, ninguna droga, porque una cosa te lleva a otra”, expresó.