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¿Qué hacer en caso de un huracán?: Estos documentos debes tenerlos siempre a la mano

Los huracanes se miden y clasifican usando la Escala de Vientos de Huracán Saffir-Simpson, que los categoriza en cinco niveles según la velocidad de sus vientos.

¿Qué hacer en caso de un huracán?: Estos documentos debes tenerlos siempre a la mano

CIUDAD DE MÉXICO.-Un huracán es un fenómeno meteorológico caracterizado por ser un gigantesco remolino en forma de embudo, que puede alcanzar un diámetro de cerca de 1,000 km y una altura de 10 km.

Los vientos de un huracán pueden superar los 200 km/h, con ráfagas de hasta 400 km/h, y traer fuertes lluvias.

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Plan de protección civil en caso de un huracán

Es fundamental organizar un Plan de Protección Civil con familiares y amigos, considerando:

  • Establecer las actividades preventivas para cada persona.
  • Designar un lugar para proteger a los animales y equipo.
  • Realizar reparaciones en techos, ventanas y paredes.
  • Guardar fertilizantes e insecticidas en lugares a prueba de agua.
  • Planificar el transporte para personas enfermas, de edad avanzada, niños o personas con capacidades diferentes.
  • Determinar un punto de reunión en caso de separación.

Artículos de emergencia necesarios en caso de huracán:

  • Botiquín de primeros auxilios.
  • Radio.
  • Linterna de pilas.
  • Baterías adicionales.
  • Alimentos enlatados.
  • Agua purificada o hervida en envases con tapa.
  • Documentos personales (actas de nacimiento, matrimonio, cartilla del IMSS, papeles agrarios, identificaciones, CURP, etc.) guardados en bolsas de plástico.

Medidas de prevención de un huracán si tu casa es segura y no está en zona de riesgo:

  • Fija y amarra bien lo que el viento pueda lanzar.
  • Lleva animales y equipo de trabajo a un lugar seguro.
  • Guarda objetos sueltos que pueda lanzar el viento.
  • Retira antenas de televisión, rótulos y objetos colgantes.
  • Limpia la azotea, desagües, canales y coladeras, y barre la calle destapando las alcantarillas.
  • Sella con mezcla de cemento la tapa de tu pozo para tener agua de reserva no contaminada.

Si decides quedarte en casa:

  • Conserva la calma. Cierra puertas y ventanas, protege interiormente los cristales con cinta adhesiva en forma de X.
  • No abras las cortinas para protegerte de los cristales rotos.
  • Ten a la mano artículos de emergencia y mantén encendido el radio de pilas.
  • Atiende a los niños, ancianos y enfermos.
  • Si el viento abre una puerta o ventana, no avances hacia ella de manera frontal.
  • Vigila constantemente el nivel del agua cercano a tu casa.
  • Mantente alejado de puertas y ventanas.
  • No salgas de tu casa, ya que los torrentes, inundaciones y deslaves son el principal peligro.
  • No uses velas ni veladoras, utiliza lámparas de pilas.

En caso de evacuar:

  • Asegura tu casa y lleva contigo los artículos indispensables.
  • Conserva la calma y tranquiliza a tus familiares.
  • Si tienes radio portátil, escucha las instrucciones relativas al huracán.
  • Desconecta todos los aparatos y el interruptor de energía eléctrica.
  • Cierra las llaves de gas y agua.
  • Alerta a tus conocidos sobre la emergencia.

Después del huracán:

  • Sigue las instrucciones de las autoridades.
  • Reporta inmediatamente a los servicios de emergencia si hay heridos.
  • Asegúrate de que tus alimentos estén limpios y no comas nada crudo o de dudosa procedencia.
  • Revisa cuidadosamente tu casa para asegurar que no hay peligro. Si tu casa no sufrió daños, permanece en ella.
  • Mantén desconectado el gas, la luz y el agua hasta asegurarte de que no haya fugas ni peligro de corto circuito.
  • Asegúrate de que los aparatos eléctricos estén secos antes de conectarlos.
  • Colabora con tus vecinos para reparar los daños.
  • Desaloja el agua estancada para evitar plagas de mosquitos.
  • Si tu casa está en la zona afectada, no regreses hasta que las autoridades lo indiquen.
  • Si vives en laderas, pendientes o montañas, cuídate de los deslaves.

¿Por qué se tiene que tener cuidado con el ojo del huracán?

El ojo del huracán es una zona de relativa calma en el centro de la tormenta, donde los vientos son ligeros y el cielo puede incluso estar despejado. Sin embargo, esta calma es engañosa y peligrosa por varias razones:

  • Falsa sensación de seguridad: Durante el paso del ojo del huracán, las condiciones pueden parecer seguras y tranquilas, lo que puede llevar a las personas a salir de sus refugios. Esto es extremadamente peligroso, ya que la parte más intensa y destructiva del huracán, conocida como la pared del ojo, llegará en poco tiempo.
  • Cambio rápido de vientos: El paso del ojo del huracán es seguido rápidamente por la llegada de vientos fuertes desde la dirección opuesta. Este cambio abrupto en la dirección y la velocidad del viento puede causar daños adicionales a estructuras ya debilitadas y poner en peligro a cualquier persona que se encuentre al aire libre.
  • Intensidad de la pared del ojo: La pared del ojo es la región que rodea el ojo del huracán y contiene los vientos más fuertes y las lluvias más intensas. Después de la breve calma del ojo, esta parte del huracán trae condiciones extremadamente peligrosas con vientos huracanados y lluvias torrenciales que pueden causar inundaciones repentinas.
  • Duración limitada: El ojo del huracán es generalmente pequeño en comparación con el tamaño total del huracán y su paso suele durar sólo unos minutos a una hora. Esto significa que la calma es temporal y las condiciones peligrosas regresarán rápidamente.

¿Cómo se miden los huracanes?

Los huracanes se miden y clasifican principalmente utilizando la Escala de Vientos de Huracán Saffir-Simpson, que categoriza los huracanes en cinco niveles basados en la velocidad de sus vientos. Esta escala proporciona una estimación del daño potencial y las inundaciones que el huracán puede causar al tocar tierra. A continuación, se describen los cinco niveles de la escala:

  • Categoría 1 (vientos de 119-153 km/h):
    Daños mínimos.
    Algunos daños a casas móviles, árboles y vegetación.
    Posibles cortes de energía eléctrica.
  • Categoría 2 (vientos de 154-177 km/h):
    Daños considerables a casas móviles y estructuras no aseguradas.
    Daños significativos a techos, ventanas y puertas.
    Cortes de energía eléctrica prolongados.
  • Categoría 3 (vientos de 178-208 km/h):
    Daños devastadores.
    Pérdida de estructuras en casas pequeñas.
    Árboles y postes de luz caídos.
    Inundaciones en áreas costeras.
  • Categoría 4 (vientos de 209-251 km/h):
    Daños catastróficos.
    Daños severos a estructuras de techos y paredes.
    Áreas extensas quedarán inhabitables por semanas o meses.
    Inundaciones profundas en áreas interiores.
  • Categoría 5 (vientos mayores de 252 km/h):
    Daños catastróficos extremos.
    Alta proporción de destrucción total en estructuras residenciales e industriales.
    Áreas extensas inhabitables durante meses.
    Inundaciones generalizadas, afectando estructuras en zonas costeras y bajas.

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