Nuevo mural contra la violencia vicaria en Tuxtla Gutiérrez
Según Eileen Rodríguez, una de las impulsoras en esta iniciativa, arte del mural busca sensibilizar a la población sobre la violencia vicaria, recordando que detrás de cada caso hay historias reales.
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- En una ceremonia realizada en el parque deportivo recreativo Caña Hueca de Tuxtla Gutiérrez, activistas y madres agraviadas inauguraron el mural “Mujeres en Resistencia contra la Violencia Vicaria”. Este mural busca dar visibilidad y denunciar el delito de violencia vicaria, recientemente tipificado en la legislación de Chiapas como parte de las acciones para garantizar una vida libre de violencia hacia las mujeres.
Eileen Leticia Rodríguez López, una de las impulsoras del mural, destacó que su propósito principal es difundir el concepto de violencia vicaria. Esta forma de violencia involucra a terceras personas, muchas veces los hijos, como instrumentos para perpetuar el maltrato contra la madre incluso después de una separación.
Importancia de la ley y el activismo
Rodríguez López enfatizó la importancia de la reciente inclusión de este delito en la legislación chiapaneca, señalando que “lo que no se nombra no existe”. El mural no solo busca concienciar a la sociedad sobre esta problemática, sino también alentar a las mujeres que sufren este tipo de violencia a denunciar y buscar apoyo.
El mural incluye una placa con un código QR que redirige a las páginas del Frente Nacional contra Violencia Vicaria. Aquí, las personas afectadas pueden encontrar información y orientación por parte de las madres activistas del frente, quienes están dispuestas a ofrecer apoyo en casos de violencia.
Rostros y testimonios plasmados
El mural, de 10x3m, presenta los rostros de madres que han enfrentado casos visibles de este tipo violencia en Chiapas. Entre ellos destacan los casos de Mayté López y Cristi Fuentes, quienes llevan años sin poder convivir con sus hijos debido a situaciones legales pendientes.
Según Rodríguez López, el arte del mural busca sensibilizar a la población sobre la violencia vicaria, recordando que detrás de cada caso hay historias reales y consecuencias profundas para las madres y sus hijos. El llamado es claro: es necesario combatir esta forma de violencia de manera colectiva y con acciones concretas.