¿Qué es el nearshoring y cómo influye en el mercado mexicano?

México.- La evolución de la economía global ha llevado a la adaptación de términos que nos permiten comprender mejor los cambios en el entorno empresarial, y uno de esos términos es “nearshoring”.

Esta estrategia implica que las empresas trasladen parte de su producción a ubicaciones más cercanas a su mercado final, un movimiento impulsado por factores como la guerra arancelaria iniciada por Donald Trump contra China y las disrupciones en las cadenas de suministro globales provocadas por la pandemia de COVID-19.

Las empresas buscan ahora cadenas de producción más cortas y resilientes que puedan mantener la operación constante incluso en tiempos de incertidumbre.

Sonora

Tiene “nearshoring verde” gran potencial ecológico y económico para la región Sonora - Arizona: Colef

México, gracias a su proximidad con Estados Unidos y su participación en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), se ha convertido en un destino atractivo para las empresas que buscan beneficiarse del nearshoring.

Este país ofrece no solo costos laborales competitivos, sino también cadenas de producción y logística bien establecidas y la ventaja de compartir husos horarios con su vecino del norte.

Inversiones en México

Inversiones significativas, como la de BMW con 800 millones de euros en San Luis Potosí, son ejemplos de cómo México está capitalizando esta tendencia.

Sin embargo, a pesar de estas ventajas, México enfrenta retos importantes para maximizar los beneficios del nearshoring.

Entre ellos se incluyen la necesidad de mejorar la seguridad, la infraestructura logística y la capacidad aduanera, así como garantizar la estabilidad regulatoria.

Además, el país debe fortalecer su oferta educativa para asegurar que cuente con una fuerza laboral calificada que pueda satisfacer las necesidades de las empresas que se están reubicando.

También te puede interesar: Nuevas vías ferroviarias y “nearshoring” detonarán potencial de la industria: Index

El nearshoring es una gran oportunidad para México, pero para aprovecharla plenamente, el gobierno y el sector empresarial deben trabajar juntos para superar los desafíos actuales y crear un entorno favorable para la inversión y el crecimiento económico a largo plazo.