¿Por qué el Poder Judicial liberó al feminicida de Rubí, hija de Marisela Escobedo?

CHIHUAHUA, Chihuahua — El caso de Marisela Escobedo es uno de los más emblemáticos en la lucha contra la impunidad y la violencia de género en México. Marisela, una activista incansable, buscó justicia para su hija Rubí Marisol Frayre Escobedo, quien fue asesinada en 2008 por su pareja, Sergio Rafael Barraza Bocanegra, miembro del grupo criminal Los Zetas, informa El Universal.

Tras el asesinato de Rubí, Marisela inició una incansable lucha para que el feminicida fuera capturado y juzgado. En 2010, Barraza fue detenido y llevado a juicio, pero sorprendentemente, el tribunal lo absolvió por falta de pruebas contundentes. Esta decisión judicial causó indignación y llevó a Marisela a realizar una serie de protestas frente al Palacio de Gobierno en Chihuahua, reporta Milenio Noticias.

¿Por qué liberaron al asesino de Rubí?

La liberación de Barraza fue un golpe devastador para Marisela y para la sociedad mexicana. La activista continuó su lucha, denunciando la corrupción y las fallas del sistema judicial que permitieron la liberación de un asesino confeso.

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La presión pública eventualmente llevó a que un tribunal revocara la absolución y condenara a Barraza por homicidio, pero para entonces, él ya se había dado a la fuga y luego fue asesinado.

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El fallo judicial que liberó a Sergio Barraza fue criticado por su falta de perspectiva de género y por no considerar adecuadamente las pruebas presentadas. Este caso puso de manifiesto las deficiencias del sistema judicial mexicano y la necesidad urgente de reformas para garantizar justicia para las víctimas de feminicidio.

Marisela Escobedo fue asesinada frente a Palacio de Gobierno en Chihuahua

Marisela Escobedo sufrió lo que se conoce como “tres muertes”. La primera fue el asesinato de su hija Rubí, que solo tenía 16 años, citan en la serie que transmitió Netflix sobre su caso.

La segunda muerte ocurrió cuando la justicia mexicana decidió absolver al asesino de su hija, dejándola en un estado de desesperación y vulnerabilidad. La tercera y última muerte de Marisela fue cuando, en diciembre de 2010, fue asesinada de un balazo en la cabeza mientras protestaba frente al Palacio de Gobierno en Chihuahua.

El asesinato de Marisela Escobedo frente al edificio gubernamental y bajo la mirada de las cámaras de seguridad fue un acto de extrema violencia que evidenció la impunidad y la falta de protección para los defensores de derechos humanos en México. Su muerte provocó una ola de indignación y llevó a una mayor visibilidad de los problemas de violencia de género y corrupción en el país.

A pesar de los esfuerzos de Marisela y de la presión social, la justicia para Rubí y Marisela sigue siendo esquiva. El caso de Marisela Escobedo se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la impunidad y la violencia de género en México.

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Su historia ha sido contada en el documental “Las tres muertes de Marisela Escobedo”, que busca mantener viva su memoria y su lucha, señala el Heraldo.

La liberación del feminicida de Rubí y el asesinato de Marisela son recordatorios dolorosos de los desafíos que enfrentan las mujeres en México y de la necesidad de un sistema judicial que realmente proteja y haga justicia. La valentía y determinación de Marisela Escobedo continúan inspirando a muchos en la lucha por un México más justo y seguro.