Esta es la segunda actividad ilícita más lucrativa que está preocupando a las autoridades de México y Estados Unidos

Estados Unidos.- El robo de combustible, conocido como huachicoleo, ha alcanzado niveles alarmantes en México, convirtiéndose en una parte integral de la economía informal.

Este ilícito ha sido aprovechado por grupos criminales como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que ha hecho del huachicol su principal fuente de ingresos fuera del tráfico de drogas.

Este negocio ilícito no solo afecta a los consumidores, quienes a menudo compran combustible robado sin saberlo, sino también a empresas de transporte y construcción que lo adquieren a precios más bajos.

El CJNG sufrió un duro golpe el pasado 10 de septiembre, cuando el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a 26 empresas y 9 individuos vinculados al robo de combustible.

Entre los sancionados están Iván Cazarín Molina, alias “El Tanque”, y su hermano César Cazarín Molina, líderes de las operaciones de huachicoleo del cártel en Jalisco y Veracruz.

Según la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), esta red ha generado decenas de millones de dólares para el CJNG, financiando sus actividades delictivas, como el tráfico de drogas y la compra de armas.

El combustible robado era almacenado cerca de Veracruz y distribuido a gasolineras que parecían legítimas. En algunos casos, este combustible se vendía a terceros para su comercialización en Texas y Centroamérica.

Impacto económico

Este golpe es un paso significativo en los esfuerzos de Estados Unidos por combatir no solo el narcotráfico, sino también actividades secundarias como el huachicoleo, que se ha convertido en una mina de oro para el CJNG.

El impacto económico del huachicoleo ha sido devastador para Petróleos Mexicanos (Pemex), que en 2023 reportó la pérdida de más de 1,191 millones de dólares debido a 14,890 tomas clandestinas.

David Saucedo, consultor en seguridad, señaló que el CJNG ha logrado profesionalizar esta actividad, desplazando a pequeños grupos y funcionarios corruptos para consolidar su control.

Sin embargo, a pesar de las sanciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos, expertos como Jaime López-Aranda advierten que estas medidas no alterarán significativamente la dinámica del cártel.

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El CJNG ha integrado el huachicoleo como una actividad clave, y para muchos mexicanos, adquirir combustible robado es una opción económica, similar a la compra de productos en el mercado negro.

Este golpe de las autoridades estadounidenses podría marcar un antes y un después en la lucha contra el CJNG, pero el desafío de judicializar estas actividades y erradicar el huachicoleo sigue siendo un reto monumental.