PAN rechaza reforma de Guardia Nacional: más violencia en México

CIUDAD DE MÉXICO.- El senador Marko Cortés Mendoza, dirigente nacional del Partido Acción Nacional (PAN), alertó que la propuesta para transferir el control de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) podría resultar en un aumento de la violencia y la inseguridad en México.

Según Cortés, esta medida generaría un uso excesivo de la fuerza letal y provocaría violaciones de derechos humanos, deslegitimando aún más a las Fuerzas Armadas ante la población.

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¿Por qué Marko Cortés rechaza la militarización?

Cortés Mendoza afirmó que la militarización no es una solución efectiva para enfrentar los altos niveles de delincuencia que enfrenta el país.

La militarización de un país como respuesta a la inseguridad puede parecer una medida rápida y efectiva, pero tiende a generar más inseguridad y violencia”

—  explicó en un comunicado oficial

Según el senador, uno de los principales problemas de militarizar a la Guardia Nacional es la desaparición de las policías civiles preventivas, de proximidad e investigadoras, lo que dejaría a la sociedad más vulnerable.

Además, señaló que la intervención de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad civil podría resultar en un uso desproporcionado de la fuerza, lo que traería consecuencias como violaciones de derechos humanos y la pérdida de confianza de la población hacia las instituciones militares.

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¿Qué sugiere Marko Cortés?

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Propuesta del PAN

En lugar de continuar con la militarización del país, Cortés presentó una lista de propuestas para mejorar la seguridad y frenar la violencia en México.

El dirigente del PAN enfatizó la importancia de fortalecer a las policías civiles y devolverles los recursos que han perdido en los últimos años. Entre las 12 propuestas que el PAN presentó destacan:

• Fortalecer a las policías municipales y estatales: Cortés sugiere regresar y aumentar los recursos para estas instituciones, asegurando que cuenten con los medios necesarios para reaccionar ante situaciones de emergencia.
• Uso de tecnología en seguridad: El senador propone implementar tecnología avanzada para tareas de vigilancia e inteligencia, lo que permitiría un monitoreo más eficiente del crimen organizado.
• Fiscalías autónomas y coordinadas: Marko Cortés también subraya la importancia de que las fiscalías sean independientes, transparentes y se mantengan en constante comunicación y coordinación a nivel nacional.
• Prevención a través del deporte y trabajo: Cortés propone que se ofrezcan oportunidades laborales y deportivas para los jóvenes, con el objetivo de alejarlos de las drogas y la delincuencia.

¿Qué pasará si se aprueba la reforma?

Para el dirigente panista, la militarización representa un fracaso por parte del gobierno en su responsabilidad de garantizar la seguridad de la ciudadanía. A su juicio, en lugar de resolver los problemas de inseguridad, esta medida empeoraría la situación.

El gobierno ha fracasado en garantizar la vida, integridad y seguridad de las personas. La militarización no es la solución”,

Cortés también hizo un llamado a la bancada oficialista en el Senado para que no utilicen su mayoría calificada para aprobar la reforma sin un consenso más amplio.

Acción Nacional pide que no utilicen nuevamente la ilegítima aplanadora legislativa en un tema que duele a los mexicanos y se construya una nueva estrategia de seguridad pública”

—  enfatizó el senador

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¿Qué sigue para la Guardia Nacional?

En los últimos años, la Guardia Nacional ha ganado relevancia como institución en los esfuerzos del gobierno por combatir la violencia y el crimen en México. Sin embargo, su futuro está en juego con esta reforma que pretende pasar su control a la Sedena, alejándola de su mandato original como cuerpo de seguridad civil.

El debate sobre esta reforma ha polarizado a la clase política y a la sociedad, pues mientras el gobierno actual la ve como una medida necesaria para controlar la inseguridad, la oposición considera que podría traer más problemas de los que resuelve.

Cortés busca abrir el diálogo y proponer alternativas que, según él, estarían más alineadas con un enfoque de seguridad basado en la prevención y el fortalecimiento de las instituciones civiles, evitando la dependencia excesiva de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública.