Sedena prueba infiltración de soldado en Ayotzinapa
Un informe de Sedena revela que Julio César López Patolzin, uno de los 43 desaparecidos en Ayotzinapa, era un soldado infiltrado que informaba al Ejército, contradiciendo la versión presentada por AMLO.
IGUALA, GUERRERO.— Un informe reciente de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha revelado que Julio César López Patolzin, uno de los 43 estudiantes desaparecidos en la Normal de Ayotzinapa, era un soldado en activo al momento de su desaparición. El documento, fechado en octubre de 2014, confirma que López Patolzin se infiltró en la Normal para realizar labores de inteligencia, a pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador negó esta información en un informe previo presentado a las familias de los desaparecidos.
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Soldado infiltrado en Ayotzinapa
Julio César López Patolzin ingresó a la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa en 2014, pero no lo hizo como un estudiante más. Según el informe de Sedena, él trabajaba como Órgano de Búsqueda de Información (OBI) para el Ejército Mexicano, desempeñando funciones de inteligencia.
A pesar de estar registrado como alumno, continuaba recibiendo su salario y prestaciones como miembro activo del ejército, algo que quedó evidenciado en los recibos de pago que firmaron sus familiares tras su desaparición.
Este reporte contrasta directamente con las declaraciones del presidente López Obrador, quien en julio de 2024 afirmó que López Patolzin no era un infiltrado y que había recibido autorización para estudiar en la Normal como parte de su deseo de superación personal. El presidente negó que tuviera vínculos con labores de inteligencia, diciendo que:
Era un joven que quería convertirse en maestro rural”
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Revelaciones sobre la infiltración
El documento de Sedena describe que López Patolzin se reportaba periódicamente con su superior, enviando información obtenida de la Normal a través de mensajes de texto, llamadas telefónicas e incluso encuentros presenciales con un comandante del pelotón.
Esta infiltración fue justificada inicialmente por razones médicas, ya que López Patolzin había sufrido una lesión en la espalda durante labores de auxilio tras los huracanes Ingrid y Manuel, lo que lo inhabilitaba para cumplir con tareas militares convencionales.
A partir del 21 de enero de 2014, López Patolzin fue enviado a Tixtla, Guerrero, para comenzar sus labores como OBI. En el informe de Sedena se detallan las actividades que desempeñó, incluyendo la infiltración en la Normal con la “fachada de estudiante”.
También se menciona que el 6 de agosto de 2014 presentó exámenes de ingreso a la Normal, y fue aceptado formalmente el 20 de agosto.
Contradicciones con el informe presidencial
El informe que Sedena entregó al presidente López Obrador para ser presentado a las familias de los normalistas desaparecidos tiene contradicciones con lo que se reveló en el documento de octubre de 2014. En el reporte público, Sedena descalifica cualquier indicio de que López Patolzin estuviera realizando labores de inteligencia, alegando que se encontraba en la Normal como parte de un permiso para mejorar su educación.
Sin embargo, el documento interno de la Sedena muestra que, desde el primer momento, López Patolzin fue asignado para obtener información sobre las actividades en la Normal. Se le realizaron exámenes y evaluaciones que confirmaban su capacidad para realizar labores de inteligencia. Su misión en la Normal de Ayotzinapa duró apenas 36 días antes de su desaparición la noche del 26 de septiembre de 2014.
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El silencio sobre los pagos y reportes
A pesar de las revelaciones del informe interno, el presidente no mencionó en su discurso la información sobre los pagos que continuó recibiendo López Patolzin ni los reportes de inteligencia que proporcionaba a sus superiores.
Este silencio ha generado más preguntas sobre el manejo de la información por parte del gobierno y las fuerzas armadas en el caso Ayotzinapa.
La búsqueda continúa
Hasta la fecha, no se ha encontrado el paradero de Julio César López Patolzin ni de los otros 42 estudiantes desaparecidos. El informe de Sedena menciona que se intentó contactar a López Patolzin el 27 de septiembre de 2014, un día después de los hechos en Iguala, pero sin éxito. Las llamadas continuaron en los días posteriores, pero su teléfono siempre enviaba las llamadas al buzón.
Con este nuevo informe, surgen dudas sobre las acciones del Ejército Mexicano en el caso Ayotzinapa y el papel que jugó López Patolzin como infiltrado. Aunque han pasado casi 10 años desde su desaparición, la verdad sobre su misión y el destino de los estudiantes sigue siendo un misterio.
Fuente: Aristegui Noticias.