Invierno extremo: La Niña afectará temperaturas y lluvias en México

El fenómeno de La Niña podría alterar el próximo invierno en México, trayendo consigo condiciones meteorológicas extremas, tanto de frío como de calor. De acuerdo con el portal Meteored, este evento climático podría dominar la circulación atmosférica en los próximos meses, afectando las temperaturas y los patrones de precipitación en varias regiones del país.

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El fenómeno meteorológico

¿Qué es La Niña y cómo afecta el clima?

La Niña es un fenómeno climático que se caracteriza por el enfriamiento de las aguas del océano Pacífico ecuatorial, con anomalías inferiores a -0.5 °C. Este enfriamiento afecta la circulación atmosférica global, lo que se traduce en inviernos más fríos y secos en muchas regiones, incluyendo México.

Según los expertos, La Niña es considerada la contraparte de El Niño, otro fenómeno relacionado con el calentamiento de las aguas del Pacífico. Mientras El Niño provoca sequías y temperaturas récord, La Niña tiende a frenar ese ascenso de temperaturas, generando inviernos con temperaturas más bajas y veranos menos calurosos.

¿Cuándo comenzará La Niña en México?

Actualmente, México se encuentra en una fase neutra del ENSO (El Niño-Oscilación del Sur), lo que significa que las condiciones climáticas son relativamente estables. Sin embargo, se espera que La Niña comience a manifestarse oficialmente durante octubre de 2024.

Según Meteored, hay un 70% de probabilidad de que La Niña emerja durante octubre y un 79% de que se mantenga durante el invierno 2024-2025.

Esto podría provocar que el invierno en México sea más frío y seco de lo habitual, con heladas intensas y nevadas en ciertas zonas. Además, se prevén condiciones extremas en dos periodos: entre el 20 y el 25 de diciembre, y entre el 12 y el 18 de febrero, cuando podrían registrarse heladas y nevadas abundantes.

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Impacto en las temperaturas y las lluvias

El principal efecto de La Niña en México sería la reducción de lluvias en las zonas norte y centro del país, debido a la ubicación de la corriente en chorro del Pacífico, que tiende a desplazarse hacia Alaska. En contraste, durante El Niño, esta corriente se desplaza hacia el sur, provocando lluvias en el centro-sur de México.

La Niña, al ser más seca, podría fortalecer la sequía en varias regiones, lo que sumado a temperaturas extremas podría generar heladas en el norte del país y en zonas altas. En estados como Chihuahua, Durango y Sonora, los periodos de frío serán más severos, con temperaturas por debajo del promedio histórico, y es probable que se registren cencelladas y heladas extremas.

¿Qué esperar en los próximos meses?

El portal Meteored advierte que los efectos de La Niña no se sentirán de inmediato, ya que la respuesta atmosférica a las condiciones oceánicas suele tardar algunas semanas en manifestarse. Sin embargo, el cambio en las temperaturas del Pacífico ya ha comenzado a notarse, lo que ha provocado un aumento en las lluvias durante septiembre y principios de octubre.

Durante los próximos meses, se espera que las condiciones continúen siendo más lluviosas en algunas partes del país, como resultado de la transición hacia La Niña. Sin embargo, una vez que este fenómeno se establezca, el invierno podría volverse más seco y frío, especialmente en las zonas norte y centro del país.

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¿De donde surgen los nombres de estos fenómenos?

El nombre “La Niña” fue asignado como contraparte de “El Niño”, un fenómeno climático asociado al calentamiento del océano Pacífico.

El nombre “El Niño” surgió en el siglo XIX cuando los pescadores del norte de Perú notaron un aumento de la temperatura del mar durante la Navidad, al cual atribuyeron la llegada de una corriente cálida que llamaron “El Niño” en referencia al Niño Jesús.

“La Niña” refleja el enfriamiento de las aguas y ambos eventos alteran significativamente los patrones atmosféricos globales.

La Niña y el invierno en México

La llegada de La Niña podría traer un invierno más extremo en México, con temperaturas más frías y periodos de sequía en algunas regiones. Aunque todavía estamos en fase neutra, las condiciones podrían cambiar rápidamente en las próximas semanas, afectando tanto las lluvias como las temperaturas.