Se consolida la Guardia Nacional para garantizar seguridad sin militarización, según Claudia Sheinbaum

CIUDAD DE MÉXICO — Claudia Sheinbaum en su toma de protesta a la presidencia ocurrida el día de hoy, 1 de octubre, anunció la integración de la Guardia Nacional a la Secretaría de Defensa Nacional, tras la reciente reforma constitucional. Afirmó que esta medida no implica la militarización del país, sino que busca fortalecer un cuerpo de seguridad con capacidades adecuadas y un firme compromiso con los derechos humanos.

Sheinbaum enfatizó que la Guardia Nacional está compuesta por civiles y que su máxima autoridad es la presidenta, quien, como civil y mujer, nunca ordenará acciones represivas contra el pueblo mexicano. Según Sheinbaum, el gobierno de la Cuarta Transformación está comprometido con la democracia, las libertades y el respeto al Estado de Derecho.

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El fortalecimiento de la Guardia Nacional es parte de una estrategia de cuatro pilares para mejorar la seguridad en el país. Los otros pilares incluyen abordar las causas estructurales del crimen, mejorar la inteligencia y la investigación, y fomentar la coordinación entre las entidades federativas y municipales.

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Para asegurar la paz, Sheinbaum subrayó la importancia de abordar las raíces de la violencia, como la desigualdad y la falta de oportunidades para los jóvenes. En este contexto, destacó el programa “Jóvenes Uniendo la Nación” como una iniciativa clave para ofrecer a la juventud alternativas a la delincuencia.

¿Qué es la militarización de un país?

La militarización de un país implica que las fuerzas armadas asuman funciones y responsabilidades que normalmente corresponden a las autoridades civiles. Este fenómeno puede presentarse de diversas formas:

• Seguridad Pública: Las fuerzas armadas participan en tareas de seguridad interna, como la lucha contra el crimen organizado y el mantenimiento del orden público.
• Influencia Política: Los militares ocupan posiciones estratégicas en el gobierno, influyendo en la toma de decisiones políticas.
• Control Económico: Los militares administran o poseen empresas y sectores económicos significativos.
• Educación y Cultura: Se promueven valores y actitudes militares en el ámbito educativo y cultural, incluyendo la presencia de militares en instituciones educativas.

La militarización ha generado un debate en torno a sus posibles impactos en la democracia y los derechos humanos. Algunos usuarios en redes sociales han expresado preocupaciones de que la intervención militar en la vida civil podría llevar a la represión y a la restricción de las libertades individuales.

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Por otro lado, defensores de la militarización argumentan que puede mejorar la seguridad y el orden público, especialmente en áreas afectadas por el crimen organizado. Expertos sugieren que es crucial evaluar tanto los beneficios como los riesgos para tomar decisiones informadas sobre el papel de las fuerzas armadas en la sociedad civil.