Por órdenes de AMLO, y el aval de Sheinbaum, investigarían a Rocha Moya por vínculos con el narcotráfico: Proceso

SINALOA.- — El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, enfrenta una creciente crisis en medio de su mandato. Acusaciones sobre sus presuntos vínculos con el Cártel de Sinaloa, en particular con la facción de Los Chapitos, han desencadenado investigaciones federales que podrían poner fin a su carrera política.

Según Proceso, estas investigaciones fueron ordenadas por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, con el respaldo de la presidenta Claudia Sheinbaum.

¿Vínculos con Los Chapitos?

Los servicios de inteligencia del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) han seguido de cerca las actividades del gobernador.

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Los reportes señalan que Rocha estaría favoreciendo a la facción de Los Chapitos, liderada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, traicionando a la facción de Ismael “El Mayo” Zambada.

Su hijo en medio de la investigación

Además, las investigaciones también incluyen a su hijo, José Rocha Ruiz, quien presuntamente serviría como el vínculo directo entre su padre y el cártel.

Esta situación ha sido corroborada por las recientes actividades empresariales de José Rocha, quien registró en septiembre pasado la empresa Chocosa Ranch, dedicada a la compra y venta de ganado, actividad que, según las autoridades, podría estar vinculada a operaciones de lavado de dinero.

Otro posible implicado: Un funcionario seleccionado por Roya Moya

José Rocha habría utilizado su cercanía con José Carlos Cárdenas Mellado, titular del Servicio de Administración Tributaria de Sinaloa (SATES) y amigo personal, para gestionar acuerdos con el cártel.

La relación de Cárdenas Mellado con Los Chapitos es antigua, según los reportes de inteligencia, y ambos habrían sido compañeros en la universidad, lo que facilitó su colaboración con el narcotráfico.

Su como titular del SATES por parte de Rocha Moya este agosto solo reforzó la sospecha sobre el control que ejerce el grupo criminal dentro de la estructura gubernamental.

Nerviosismo en el Palacio de Gobierno

El clima de inseguridad en Sinaloa desde la captura de Ismael “El Mayo” Zambada y el asesinato de Héctor Melesio Cuén, exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, ha obligado a Rocha Moya a extremar sus medidas de seguridad.

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El gobernador, según los documentos, se encuentra en un estado de “nerviosismo extremo”, con un equipo de francotiradores, camionetas blindadas, y agentes de la Guardia Nacional y la Marina escoltándolo las 24 horas del día.

Además, reportan que duerme en el Palacio de Gobierno debido al temor de sufrir un atentado. El pasado 19 de septiembre admitió públicamente que ha recibido amenazas de muerte.

“Hay muchos que quieren que me muera, pero pues ese no es un problema de gusto, de tal o cual; y la responsabilidad nuestra hay que asumirla con todos los riesgos”.

—  Rocha Moya

Sinaloa: un estado bajo asedio

La pugna entre Los Chapitos y el grupo de El Mayo Zambada ha dejado a Culiacán semiparalizada, con una crisis económica que afecta principalmente a los comercios y sectores productivos. Las pérdidas diarias se estiman en al menos 500 millones de pesos, mientras las familias viven en constante temor y los niños toman clases a distancia debido a los riesgos de desplazarse a las escuelas.

Los enfrentamientos entre las facciones del cártel, particularmente entre los seguidores de Los Chapitos y el grupo del hijo de El Mayo, Ismael Zambada Sicairos (El Mayito Flaco), han incrementado el riesgo de más derramamientos de sangre en el estado. La región norte, especialmente en Ahome, se perfila como un nuevo punto de conflicto, donde se anticipa una escalada de la violencia.