Manlio Fabio Beltrones se deslinda de la dirigencia del PRI de “Alito” Moreno

CIUDAD DE MÉXICO.-El senador Manlio Fabio Beltrones ha decidido tomar distancia de la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), encabezada por Alejandro “Alito” Moreno. Esta decisión se produce en el contexto de la reciente resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que avala la reelección de Moreno, la cual, según Beltrones, tiene implicaciones graves para el partido y su militancia.

Críticas a la Reelección de “Alito” Moreno

En un comunicado, Beltrones expresó su preocupación por el futuro del PRI bajo la conducción de un líder que, a su juicio, es respaldado por una interpretación “torcida” de la legalidad. Señaló que esta resolución deja al partido “a la deriva”, debilitándolo y exponiéndolo a un mayor deterioro debido a un manejo exclusivo centrado en los intereses personales de Moreno. Afirmó que esta situación contradice el sentido común y lo estipulado en la Ley General de Partidos Políticos, lo que afecta directamente a la militancia del PRI.

Beltrones enfatizó que su intención no es renunciar al partido, sino más bien distanciarse de una dirigencia que, en su opinión, se ha alejado de los ideales de democracia, justicia, inclusión y renovación. Su postura se fundamenta en la necesidad de preservar los principios que han guiado al PRI y su deseo de que el partido retome un camino que beneficie a todos sus miembros.

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Relaciones con la militancia

El exgobernador de Sonora se dirigió a los priistas con afecto, recordando su larga trayectoria de colaboración y diálogo en las últimas cinco décadas. Destacó la importancia de mantener un respeto mutuo entre los militantes y la dirigencia, y expresó su deseo de que las decisiones que se tomen en el partido sean siempre en beneficio del mismo.

La situación del PRI y la reelección de “Alito”

La reelección de Alejandro Moreno ha sido un tema controvertido. La Sala Superior del TEPJF aprobó su permanencia como presidente del PRI por al menos cuatro años, permitiendo que, si se opta por un nuevo periodo, podría sumar un total de 13 años al frente del partido. Esta decisión ha generado críticas, especialmente considerando que en las elecciones del 2 de junio, el PRI alcanzó su peor resultado histórico, obteniendo solo el 11% de la votación nacional.

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A pesar de los reclamos de exdirigentes del PRI que pedían una refundación del partido, el Tribunal Electoral validó las reformas estatutarias que permiten la reelección. Esto ha suscitado un intenso debate sobre la legalidad y la ética de tales reformas, sobre todo porque algunos magistrados del TEPJF argumentaron que el PRI tiene el derecho de modificar sus documentos internos durante un proceso electoral.