El Plan de Seguridad de Claudia Sheinbaum ante ola de hechos violentos
Sheinbaum y su equipo han resaltado que lograr una coordinación eficiente entre policías, fiscalías y otras agencias será clave para combatir la violencia.
CIUDAD DE MÉXICO.- El gobierno de Claudia Sheinbaum, que apenas cumple una semana en el poder, presentó el plan para enfrentarse a la crisis de violencia que enfrenta el país, luego del asesinato del alcalde de Chilpancingo, enfrentamientos en Sinaloa entre otros hechos.
Sheinbaum ha dejado claro que no repetirá la “guerra contra el narco” (estrategia militar implementada por gobiernos anteriores para combatir los carteles de drogas), sino que apostará por la prevención y la atención a las causas profundas de la violencia. Según la presidenta, su administración implementará un enfoque basado en la justicia social y en la mejora de los sistemas de justicia.
Durante la conferencia matutina del martes (sesión diaria de prensa que sigue el formato de las “mañaneras” del expresidente López Obrador), Sheinbaum y su gabinete de seguridad, liderado por Omar García Harfuch, desglosaron los pilares del plan. El objetivo central es reducir los delitos de alto impacto como los homicidios, secuestros y robos a través de una estrategia multidimensional.
Atención a las causas
El primer eje del plan es la atención a las causas de la violencia, una continuación de la política del gobierno anterior. Este enfoque sostiene que la violencia surge en gran medida debido a problemas socioeconómicos como la falta de oportunidades educativas y laborales, especialmente entre los jóvenes.
Sheinbaum mencionó como ejemplo el programa Barrio Adentro (proyecto implementado en Ciudad de México para brindar apoyo social en zonas de alta criminalidad), que ayudaba a jóvenes a completar su educación y encontrar empleo. La idea es que, al ofrecer alternativas viables, se evite que los jóvenes sean reclutados por grupos criminales.
Aunque algunos críticos argumentan que no existe una relación directa entre la pobreza y el crimen, Sheinbaum sostiene que factores como la falta de recursos económicos y de apoyo familiar pueden ser abordados mediante políticas sociales.
Consolidación de la Guardia Nacional
El segundo punto clave es la consolidación de la Guardia Nacional, un cuerpo de seguridad creado durante el mandato de López Obrador para reemplazar a la Policía Federal. Esta última fue desmantelada debido a acusaciones de corrupción y vínculos con el crimen organizado.
La Guardia Nacional (cuerpo de seguridad con funciones policiales pero adscrita al control militar) ha sido objeto de controversia, especialmente tras una reciente reforma que la transfirió de la Secretaría de Seguridad a la Secretaría de Defensa. Aunque algunos opositores temen una “militarización” de la seguridad pública, García Harfuch defendió su papel, explicando que la Guardia Nacional sigue siendo una institución policial con apoyo militar, cuyo propósito es mantener el orden en zonas donde la policía no tiene presencia suficiente.
Uso de inteligencia
El tercer componente del plan es mejorar el uso de inteligencia (recopilación y análisis de información para anticipar delitos y detectar patrones delictivos). En lugar de simplemente reaccionar a los crímenes, el gobierno buscará preverlos utilizando herramientas tecnológicas avanzadas para analizar datos y comprender las dinámicas de la criminalidad en distintas zonas del país.
Esto incluirá la creación de una nueva subsecretaría de inteligencia, que centralizará la información de delitos, y una academia de seguridad para capacitar a policías y fiscales en la lucha contra la delincuencia organizada.
Te puede interesar: Van 155 personas asesinadas y más de 170 secuestros en 28 días por violencia en Sinaloa.
Coordinación entre instituciones
El último pilar es la coordinación entre las distintas instituciones de seguridad y justicia a nivel estatal y federal. Uno de los mayores problemas en México ha sido la falta de comunicación y colaboración entre las diferentes agencias encargadas de la seguridad, lo que ha permitido que los grupos criminales operen con impunidad.
Sheinbaum y su equipo han resaltado que lograr una coordinación eficiente entre policías, fiscalías y otras agencias será clave para combatir la violencia. Esto implica compartir información y actuar de manera conjunta para evitar la fragmentación del sistema de seguridad.