Así podría afectar el límite que Sheinbaum dio a Ken Salazar de sólo hablar con la SRE, según Riva Palacio
Raymundo Riva Palacio analiza cómo la decisión de Sheinbaum podría complicar la relación y el diálogo entre México y EU.
CIUDAD DE MÉXICO.- — Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, atraviesa un periodo complicado debido a nuevas restricciones impuestas por Claudia Sheinbaum, presidenta del país.
La regla establece que Salazar solo podrá tratar asuntos a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), lo que, según la columna de Raymundo Riva Palacio, podría tener un impacto significativo en la relación bilateral.
¿Por qué pusieron en “pausa” a Ken Salazar?
La reciente pausa en la relación con el embajador fue decretada por el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador tras las críticas de Salazar a la reforma judicial impulsada por su administración, afirmando que ésta “representa un riesgo para la democracia en México” y pone en riesgo la integración económica de Norteamérica.
“¿Cómo le vamos a permitir al embajador que él opine que está mal lo que estamos haciendo?”, cuestionó el presidente al anunciar su pausa con el embajador estadounidense.
Tras estas declaraciones, Salazar reafirmó su “máximo respeto por la soberanía de México”, y que el Gobierno estadounidense “apoya el concepto de la reforma judicial”. Así mismo repitió sus preocupación por que la elección popular de todos los jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte “no aborde la corrupción judicial ni fortalezca a la judicatura”.
La restricción de Sheinbaum: un obstáculo burocrático
Según la columna de opinión de Raymundo Riva Palacio, esta medida convierte la relación entre ambos países en un “embudo burocrático”. Este cambio afecta el acceso directo que Salazar había disfrutado anteriormente, lo que facilitaba su relación cercana con el expresidente Andrés Manuel López Obrador y diversas entidades gubernamentales.
Riva Palacio señala que la única “aduana obligatoria” para el embajador ahora es la Cancillería, lo cual podría ralentizar la interacción entre los gobiernos.
La decisión de Sheinbaum no solo limita el ámbito de acción de Salazar, sino que también “cierra la llave de interlocución” que había mantenido con López Obrador. En este sentido, Riva Palacio menciona que Salazar había establecido una comunicación continua con el fiscal general, Alejandro Gertz Manero, actuando como un puente entre Palacio Nacional y la Casa Blanca.
Consecuencias de las nuevas reglas
Estas restricciones no solo afectan a Salazar, sino que podrían provocar “tropiezos y demoras” en la cooperación entre ambos países. El autor destaca que estas medidas contrastan con tiempos anteriores, cuando se resolvían asuntos de manera más ágil.
Además, hace referencia a las “experiencias perniciosas” durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, cuando restricciones similares generaron una “zona de turbulencia” en la cooperación bilateral.
Aunque no hay indicios de que el Departamento de Estado de EU tome medidas similares hacia el embajador mexicano Esteban Moctezuma, Riva Palacio advierte que las nuevas reglas podrían “empañar la relación bilateral” y generar demoras en la cooperación necesaria.
Un control absoluto que podría ser contraproducente
La columna de Riva Palacio sugiere que la restricción de Sheinbaum refleja un deseo de control absoluto sobre la relación con Estados Unidos, alineado con su estilo de gestión. Sin embargo, este enfoque podría resultar contraproducente dada la magnitud de los intercambios entre ambos países.
El autor destaca que esta política no se aplica a otros embajadores, lo que convierte a Salazar en una “figura desechable” ante una futura administración en Washington.
Declaraciones sobre la relación comercial
En su regreso a Palacio Nacional este martes 15 de octubre, Salazar afirmó que la relación comercial entre México y Estados Unidos va “muy bien”. Durante el CEO Dialogue, una cumbre de alto nivel entre empresarios de ambos países, evitó comentar sobre su postura respecto a la reforma judicial.
Sin embargo, subrayó la importancia de la integración de América del Norte, expresando su alegría de estar en el país.
“Es un tiempo histórico para el mundo que Claudia Sheinbaum sea la Presidenta de México”, comentó Salazar, elogiando el equipo de la mandataria y su labor en la promoción de relaciones comerciales.
Con esta nueva dinámica, el embajador enfrenta un futuro incierto, donde las decisiones de Sheinbaum podrían influir en la dirección de la cooperación entre México y Estados Unidos.