Genaro García Luna: De las canchas del América a la prisión en Nueva York

Genaro García Luna, conocido en años recientes por sus cargos públicos y su relación con el crimen organizado, tuvo un inicio inesperado en el mundo del deporte.

A los 17 años, fue parte de las fuerzas básicas del Club América, uno de los equipos más importantes del futbol mexicano. Aunque su camino en el futbol fue breve, dejó huella en quienes lo conocieron.

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Su paso por el Club América

En la temporada 1983-1984, bajo la dirección de Carlos Reinoso, García Luna participó en los entrenamientos del primer equipo del América, un sueño que pocos logran cumplir. Durante uno de esos entrenamientos, marcó al delantero Carlos Hermosillo, quien posteriormente se convertiría en una leyenda del futbol mexicano. Sin embargo, la carrera futbolística de García Luna no continuó mucho más allá de ese momento.

Según Ángel “La Coca” González, descubridor de talentos como Cuauhtémoc Blanco, García Luna llegó a jugar en la tercera división del Club América y mostró un buen desempeño. A pesar de no destacar como una futura estrella del futbol, era fuerte y cumplidor en su posición de defensa central. Sin embargo, su carrera en el futbol terminó abruptamente cuando su padre lo obligó a dejar el deporte para concentrarse en sus estudios.

Su retiro del futbol para estudiar

La decisión de su padre fue determinante para el futuro de Genaro García Luna. La familia pasaba por una difícil situación económica, y su padre insistió en que García Luna y sus hermanos se dedicaran por completo a sus estudios. Así, dejó el Club América y comenzó su formación académica en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), donde se graduó como ingeniero mecánico en 1993.

A pesar de su salida del futbol profesional, García Luna siguió participando en ligas amateur, como la Liga Española de Futbol en México, donde jugó con el equipo Real Gijón. Según González, García Luna mantuvo un nivel aceptable en el campo, destacando por su fortaleza y habilidad en el juego aéreo, aunque nunca llegó a ser un jugador destacado.

Su carrera en la seguridad pública

A medida que se alejaba del futbol, García Luna inició su trayectoria en la seguridad pública. En 1989 comenzó a trabajar en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), marcando el inicio de una carrera que lo llevaría a ocupar cargos de alto nivel en el gobierno mexicano.

Durante el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012), García Luna fue nombrado secretario de Seguridad Pública. Durante este periodo, su figura ganó notoriedad por su lucha contra el crimen organizado, pero también comenzaron a surgir sospechas sobre su relación con el narcotráfico.

Las acusaciones y su detención

De acuerdo con Milenio, en 2019, García Luna fue detenido en Texas, acusado de recibir sobornos del Cártel de Sinaloa a cambio de protección para el tráfico de drogas hacia Estados Unidos. Las autoridades estadounidenses lo señalaron por conspirar para facilitar el paso de grandes cargamentos de cocaína, lo que llevó a su enjuiciamiento.

Después de varios años de juicio, en 2023, fue sentenciado a 38 años de prisión en una cárcel de Nueva York, acusado de delitos graves relacionados con el narcotráfico. Esta condena marcó el final de una trayectoria que pasó del sueño de ser futbolista profesional a convertirse en uno de los funcionarios más poderosos de México, y finalmente, en un criminal condenado.

La sentencia de Genaro García Luna, casi 39 años de prisión

Esta tarde, en Brooklyn, Nueva York, el juez Brian Cogan sentenció a Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de México, a casi 39 años de prisión. García Luna fue declarado culpable de cinco cargos, incluyendo narcotráfico y falsedad de declaración.

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El juez le impuso 460 meses de prisión por los primeros cuatro cargos y seis meses adicionales por el cargo de falsedad. Además, deberá pagar una multa de dos millones de dólares y cumplir cinco años de libertad supervisada al terminar su sentencia.

Durante el proceso de sentencia, el juez Cogan destacó que, aunque no le impondría cadena perpetua, quería darle una “luz al final del túnel” considerando su comportamiento en los últimos cinco años de prisión. Sin embargo, fue claro al señalar que García Luna había llevado una doble vida, combinando su papel como funcionario público con su colaboración con el Cártel de Sinaloa.

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