“Coches bomba” en Guanajuato sí es terrorismo, refutan expertos tras negaciones de Sheinbaum

CIUDAD DE MÉXICO.- — Los recientes ataques con coches-bomba en Guanajuato han puesto sobre la mesa el debate sobre el narcoterrorismo en México, término utilizado en América del Sur en el siglo pasado.

Según expertos, estos atentados, registrados en los municipios de Jerécuaro y Acámbaro, podrían formar parte de una estrategia de los grupos criminales para infundir miedo y tomar control territorial.

¿Qué es el narcoterrorismo?

David Saucedo, consultor en seguridad, define el narcoterrorismo como una forma de violencia que, a diferencia del terrorismo clásico de carácter político o religioso, tiene motivaciones económicas y criminales.

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“Definitivamente lo es, le agregamos el prefijo de ‘narco’ a terrorismo debido a que el terrorismo clásico busca objetivos políticos, religiosos o ideológicos; el narcoterrorismo lo que busca son objetivos económicos y criminales”, señaló Saucedo.

Juan Pablo Aguirre Quezada, investigador del Instituto Belisario Domínguez, coincidió en que estos actos cumplen con las características del narcoterrorismo.

“El caso de los autos-bomba que explotaron en Jerécuaro y Acámbaro (…) fue colocado afuera del cuartel de la policía municipal causando tres elementos heridos. Al ser un hecho realizado presuntamente por la delincuencia organizada, sería clasificado como narcoterrorismo”, añadió Aguirre.

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Comparaciones con América del Sur

El término narcoterrorismo se popularizó en las décadas de los 80 y 90 en países como Colombia y Perú.

En Perú, se acuñó durante el enfrentamiento del Estado con el grupo guerrillero de izquierda Sendero Luminoso.

Posteriormente, el término fue adoptado en Colombia para describir la violencia empleada por el Cártel de Medellín, encabezado por Pablo Escobar.

“Se hicieron populares distintos actos de narcoterrorismo en esa época”, explicó Saucedo.

Sheinbaum niega terrorismo

La presidenta Claudia Sheinbaum, consultada tras los atentados, rechazó categorizar los hechos como terrorismo y anunció que próximamente explicaría las diferencias entre terrorismo y delincuencia organizada.

“No se puede catalogar como terrorismo”, declaró Sheinbaum.

Mientras el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, argumentó que no se trata de un ataque con fines ideológicos o religiosos, sino de una disputa entre grupos criminales.

Consecuencias de no reconocer el narcoterrorismo

David Saucedo y otros expertos consideran que esta negativa de clasificar estos actos como terrorismo tiene implicaciones para la seguridad nacional, ya que limita la capacidad de respuesta y los recursos necesarios para enfrentar el problema.

“La negación del narcoterrorismo nos lleva a que no tengamos el andamiaje jurídico, presupuestal, el personal capacitado, las tecnologías ni los convenios de colaboración para enfrentar el reto”, advirtió Saucedo, señalando que este rechazo limita las estrategias de seguridad y combate al crimen organizado en México.

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Desde el ámbito local, la alcaldesa de Acámbaro, Claudia Silva, manifestó que los ataques deben considerarse actos de terrorismo, y llamó a reconocer la gravedad de la situación en su municipio.

La diferencia en posturas entre los distintos niveles de gobierno, según Juan Pablo Aguirre Quezada, investigador del Instituto Belisario Domínguez, destaca la urgencia de una mayor coordinación entre las autoridades.

“Estas diferencias muestran la necesidad de mayor coordinación (…) para evitar que el miedo domine a la población y construir entornos comunitarios seguros”, destacó Aguirre.

Actos destinados a infundir miedo

De acuerdo con un estudio de Aguirre para el Instituto Belisario Domínguez, el terrorismo es “un medio para infundir miedo en la sociedad mediante actos en contra de la población civil” y demostrar el poder de los grupos criminales.

Aunque el Plan Nacional de Desarrollo de 2019-2024 no aborda el tema de terrorismo, la Estrategia Nacional de Seguridad Pública reconoce la violencia provocada por el crimen organizado como una amenaza.

Además, el cuarto informe de gobierno de 2022 menciona actividades de combate al terrorismo dentro del catálogo de delitos de delincuencia organizada, incluyendo el financiamiento al terrorismo y otras actividades ilícitas.

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Posibles causas detrás de los ataques

Con la próxima salida del fiscal Carlos Zamarripa y del secretario de Seguridad, Alvar Cabeza de Vaca, quienes han liderado las instituciones de seguridad en el estado por más de una década, el combate al crimen organizado parece haber perdido fuerza, según Saucedo.

“Ambos personajes se relajaron bastante, conscientes de que su salida estaba cerca, ya no quisieron confrontar al crimen con la misma intensidad,” afirmó el experto.