Profeco inicia operativo para inspeccionar árboles de Navidad importados
El operativo de inspección, que arrancó ayer y concluirá el próximo 7 de diciembre, se implementa en puntos clave de entrada en Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.
Durante las próximas cinco semanas, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) estará en plena actividad para inspeccionar más de medio millón de árboles de Navidad importados, enfocados en prevenir la entrada de plagas que puedan afectar los ecosistemas forestales mexicanos.
Aunque México cuenta con áreas certificadas para la producción local de árboles de Navidad, la importación de ejemplares de los géneros Pinus y Abies , principalmente provenientes de Estados Unidos, conlleva el riesgo de introducir insectos, ácaros y hongos patógenos que podrían afectar gravemente a la flora. nativo.
El operativo de inspección, que arrancó ayer y concluirá el próximo 7 de diciembre, se implementa en puntos clave de entrada en Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.
En estos lugares, inspectores de Profepa revisarán cada lote de árboles importados, buscando prevenir cualquier riesgo fitosanitario. De esta manera, se protege no solo la biodiversidad de los bosques nacionales, sino también las cadenas de valor ligadas a la industria forestal y agrícola en el país.
Para 2024, se estima que México recibirá aproximadamente 550,000 árboles de Navidad, cifra comparable a la de los últimos cinco años, en los que se importaron en promedio 600,000 árboles anuales.
Esto representa una baja significativa respecto a la década anterior: entre 2011 y 2014, las importaciones alcanzaron un promedio anual de poco más de un millón de ejemplares.
Producción de árboles de Navidad
Por otro lado, el país cuenta con una creciente producción local de árboles de Navidad, destacando sitios cercanos a la Ciudad de México donde las personas pueden adquirir ejemplares producidos de manera sustentable. Comunidades como Villa del Carbón, en el Estado de México, y zonas de las alcaldías Milpa Alta, Magdalena Contreras y Tlalpan (en lugares como Parres y San Miguel Ajusco) ofrecen árboles navideños con la certificación internacional del Forest Stewardship Council (FSC).
Estos árboles, producidos de forma responsable, incluyen especies como el pino vikingo o pino navideño, el pinabete, el pino prieto, el oyamel y el cedro blanco, cada uno con características propias, como el intenso aroma y el agradable aspecto del pino navideño, popular por su accesibilidad y fragancia.
Optar por árboles naturales en lugar de versiones artificiales tiene además un impacto positivo en el medio ambiente. Aunque la creencia común sugiere que un árbol artificial es una alternativa “más ecológica” por su durabilidad, la realidad es que este tipo de producto, fabricado con plásticos y componentes tóxicos como el plomo, puede tardar siglos en degradarse.
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En cambio, un árbol natural al finalizar las festividades puede ser reciclado como composta o fertilizante, contribuyendo al ciclo natural del bosque.
Adquirir un árbol de Navidad producido en México fomenta además el aprovechamiento sostenible de los recursos forestales, ya que los ejemplares cultivados para su venta no afectan los bosques naturales, sino que, al ser replantados año con año, aportan oxígeno, nutrientes al suelo y generan. empleo y desarrollo económico para las comunidades productoras.
En este sentido, la compra de árboles navideños locales se convierte en una contribución importante para mantener el equilibrio ambiental y apoyar la economía rural.
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