Esto dijo Sheinbaum sobre el proyecto de elección judicial del ministro Alcántara Carrancá

Claudia Sheinbaum, presidenta de México, dijo tener un plan por sí la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) llega a aprobar el proyecto del ministro Juan Luis González Alcántar Carrancá acerca de la reforma judicial, que contempla eliminar la elección de ministros.

En un ambiente de creciente tensión entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial en México, la presidenta Claudia Sheinbaum expresó una postura firme frente a las recientes actuaciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, Sheinbaum subrayó su desacuerdo con la posibilidad de que el máximo tribunal se pronuncie sobre las modificaciones a la reforma del Poder Judicial, una medida que calificó como un intento de la Corte por sobrepasar sus atribuciones constitucionales, reporta Milenio Noticias.

Qué dijo Sheinbaum sobre el proyecto del ministro Alcántara en la SCJN

La mandataria también acusó a la SCJN de intentar legislar al pretender modificar decisiones del Poder Legislativo, una crítica dirigida al ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá, quien sugirió la posibilidad de entablar una negociación sobre la reforma judicial con el gobierno. En respuesta a esta propuesta, Sheinbaum manifestó su rechazo absoluto: “No se puede negociar lo que ha decidido el pueblo y lo que ya es Constitución, ya es parte de la Constitución la reforma al Poder Judicial”.

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Para la presidenta, la actuación de los ministros constituye un desafío directo a la soberanía popular, un principio que define como innegociable y respaldado por la Constitución. En sus palabras, el artículo 39 es claro sobre la soberanía, y el 135 regula el procedimiento para cambios constitucionales, normas que, desde su perspectiva, no deben ser puestas en tela de juicio.

“Es muy importante que lo conozca el pueblo de México” enfatizó Sheinbaum, señalando que quienes cuestionan la reforma están, en realidad, contradiciendo la voluntad del constituyente y, por ende, la voluntad popular. La mandataria subrayó que los ocho ministros que están analizando el tema no deben ni pueden, en sus palabras, “estar por encima del pueblo de México”.

La presidenta tiene un plan ante posible resolución contra la reforma

Ante la posibilidad de una resolución judicial en contra de la reforma, la presidenta dejó claro que su gobierno cuenta con un plan de contingencia que protegerá los intereses nacionales y evitará conflictos mayores.

“No me quiero adelantar, claro que tenemos un plan que no pone en riesgo nada, tenemos por supuesto un plan, sea que decidan a favor o que decidan en contra”, afirmó Sheinbaum, en una declaración que refleja la determinación de su administración por no ceder en temas que, según ella, conciernen únicamente a la voluntad popular y a la Constitución.

Uno de los puntos álgidos de la discusión radica en el reciente cambio al artículo 61 de la Ley de Amparo, el cual, según Sheinbaum y sus asesores, invalida los amparos en contra de reformas constitucionales. Esta modificación fue publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF), y la presidenta señaló que, en consecuencia, “formalmente deberían retrasar la decisión, dada la publicación en el Diario Oficial del cambio constitucional”.

En el corazón de esta controversia, la postura de Sheinbaum plantea una interrogante fundamental sobre el alcance de las facultades de la SCJN y la supremacía de la Constitución. La presidenta sostiene que, al pretender modificar la reforma, el tribunal está desafiando un proceso que ella considera irreversible. Para Sheinbaum, la reforma ya es ley, una expresión de la voluntad del pueblo, y cualquier intento de alterarla constituye una falta al compromiso democrático.

Este conflicto ha puesto sobre la mesa una discusión sobre el papel de las instituciones mexicanas en la interpretación y aplicación de la ley, en especial cuando la soberanía popular se percibe como amenazada. Con un llamado a la unidad y una defensa de la reforma, Claudia Sheinbaum reafirma su compromiso de que “el pueblo de México ya cambió” y que es este mismo pueblo quien debe decidir el rumbo del país, sin interferencias que, en su visión, socaven la esencia misma de la democracia.