¿El trabajo te puede matar? Esta es la relación entre el estrés laboral y las enfermedades cardiovasculares según la OMS
Cuando los síntomas se hacen presentes, si no se atienden a tiempo pueden llevar a condiciones serias, como hipertensión y arritmias, que requieren intervención médica inmediata.
México.- El estrés crónico en el entorno laboral ha dejado de ser una simple queja común entre los trabajadores para convertirse en un riesgo grave para la salud. Lejos de ser un motor de motivación, el lema de “morir en la raya” se ha transformado en una triste realidad, ya que cada vez más empleados enfrentan problemas graves de salud debido a la presión y las largas jornadas de trabajo.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor del 9% de la población mundial trabaja demasiadas horas al día, lo que los coloca en un alto riesgo de sufrir discapacidades o incluso decesos por causas ocupacionales.
Los datos de la OMS revelan que trabajar 55 horas o más a la semana eleva en un 35% el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular y en un 17% la probabilidad de morir a causa de una cardiopatía isquémica, en comparación con quienes tienen jornadas de 35 a 40 horas semanales.
Rodolfo Rodríguez Nieves, médico especializado en medicina ocupacional, advierte que el estrés prolongado eleva la presión arterial y el ritmo cardíaco, desencadenando la liberación continua de hormonas como el cortisol y la adrenalina, lo que a su vez puede dañar las arterias y aumentar las probabilidades. de enfermedades cardiovasculares graves como hipertensión, angina de pecho e infartos.
Una encuesta reciente realizada por OCC confirma estas tendencias alarmantes: el 46% de los trabajadores encuestados afirma que el estrés prolongado ha tenido un impacto negativo en su salud.
Entre los síntomas más comunes reportados están los dolores de cabeza (38%), la fatiga extrema (29%) y palpitaciones junto con presión en el pecho (25%), todos indicativos de problemas cardiovasculares incipientes.
Estos síntomas, si no se atienden a tiempo, pueden llevar a condiciones más serias, como hipertensión y arritmias, que requieren intervención médica inmediata.
La fatiga acumulada, según el estudio, es otro de los factores que afecta a la salud física y mental de los trabajadores. Los episodios de agotamiento extremo pueden provocar un deterioro general en el bienestar, haciendo que los empleados lleguen al límite de su capacidad física y emocional, lo que eventualmente perjudicará su desempeño laboral.
Un 8% de los encuestados señaló que los mareos y la dificultad para respirar también son síntomas recurrentes, los cuales podrían ser señales de alerta ante un posible colapso si no se gestionan adecuadamente.
Es necesario tomar medidas
Samuel Corza Mercado, consultor en recursos humanos, resalta la necesidad de que las organizaciones tomen medidas para prevenir el estrés prolongado y sus efectos perjudiciales.
Corza señala que las largas jornadas de trabajo generan un ciclo de estrés difícil de romper sin una intervención adecuada. Además de las consecuencias directas sobre la salud de los empleados, el estrés crónico contribuye al ausentismo, la alta rotación de personal y el aumento en los costos médicos para las empresas.
Corza sugiere que las organizaciones promueven un equilibrio entre el trabajo y la vida personal a través de horarios flexibles y programas de bienestar. Implementar apoyo psicológico y fomentar una comunicación abierta en el lugar de trabajo también pueden ser formas efectivas de detectar y aliviar el agotamiento en los colaboradores.
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Por último, destaca que reconocer el esfuerzo de los empleados, así como ofrecer programas de capacitación y desarrollo profesional, son estrategias clave para mantener la motivación y prevenir el desgaste que conlleva el estrés laboral crónico.
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