¿No es rentable? Déficit operativo del Tren Maya y retos legales amenazan su sostenibilidad financiera
Este desequilibrio refleja la fuerte dependencia del proyecto hacia los recursos presupuestales para su sostenimiento y operación.
México.- El Tren Maya, uno de los proyectos más destacados de la Cuarta Transformación, enfrenta grandes desafíos financieros y operativos desde su inauguración en diciembre de 2022.
Hasta el tercer trimestre de 2023, ha recibido 11 mil 862 millones de pesos en subsidios, mientras que sus ingresos por la venta de boletos y souvenirs apenas alcanzó los 134 millones 940 mil pesos, lo que representa únicamente el 1.1% de los recursos recibidos.
Este desequilibrio refleja la fuerte dependencia del proyecto hacia los recursos presupuestales para su sostenimiento y operación.
Los costos operativos del Tren Maya ascienden a 168 millones de pesos por trimestre, lo que proyecta un gasto anual de 548 millones de pesos para cubrir salarios, gastos generales y mantenimiento de las locomotoras.
Sin embargo, los ingresos estimados para este año, derivados de la venta de boletos y productos, rondan solo los 186 millones de pesos, generando un déficit operativo significativo.
Esta brecha financiera se suma a un déficit acumulado de 578 millones de pesos, con una capacidad de cubrir solo el 5% de las obligaciones a corto plazo.
Operaciones
En términos de operación, el proyecto ha mostrado avances en el aumento de pasajeros, movilizando hasta agosto de 2023 a 869 mil viajeros, con un promedio diario de 108 mil pasajeros.
Aunque este flujo de usuarios refleja un crecimiento constante, los ingresos generados aún son insuficientes para sustentar la inversión realizada. Además, el Tren Maya enfrenta el reto de mejorar su modelo de negocio para atraer más ingresos y equilibrar su estructura de costos.
Un obstáculo adicional para el Tren Maya es la demanda de Grupo México, que reclama 17 mil millones de pesos tras la cancelación de su contrato para la construcción del tramo 5 (Cancún-Tulum), declarado de seguridad nacional.
Este juicio, considerado uno de los más relevantes por su magnitud económica, representa un riesgo financiero y legal que podría afectar el presupuesto federal asignado al proyecto.
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A pesar de ser el proyecto insignia de la administración actual, la rentabilidad del Tren Maya está en entredicho. Los recursos asignados superan ampliamente otros rubros, como el presupuesto de la Secretaría de Turismo, que recibirán menos de una sexta parte de lo destinado al Tren.
Su sostenibilidad a largo plazo dependerá de resolver conflictos legales, optimizar costos operativos y aumentar sus ingresos, especialmente en un contexto donde la dependencia de subsidios no es viable indefinidamente.