Crimen organizado utiliza el canibalismo como rito de iniciación con nuevos reclutas según testimonio publicado por Reforma

México.- El relato sobre prácticas extremas en el reclutamiento y las pruebas de lealtad dentro de algunos cárteles de crimen organizados en México refleja una dimensión brutal de estas organizaciones.

Según el testimonio de Andrés, un joven entrevistado por Reforma, dichas pruebas incluyen el canibalismo forzado y la convivencia directa con cadáveres, actos que buscan desensibilizar y someter psicológicamente a los nuevos integrantes.

Estas prácticas extremas están diseñadas para eliminar cualquier remanente de moral o empatía, y asegurar una lealtad absoluta a la organización.

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Pruebas de resistencia y selección

1. Privación extrema: Los reclutas son encerrados en un cuarto sin alimento durante una semana, recibiendo únicamente bolsas de agua dos veces al día. Muchos no sobreviven esta prueba.
2. Canibalismo: A los sobrevivientes se les obliga a consumir carne humana, presuntamente de las personas que no resistieron.
3. Pruebas con armas: Los que superan estas pruebas son sometidas a enfrentamientos simulados (como en juegos de gotcha), para determinar su habilidad con armas. Los más destacados reciben entrenamiento especial, mientras que los demás son enviados a tareas de menor rango, como vigilar o reforzar frentes en zonas de conflicto.

Reglas y control

Dentro de estas organizaciones, se imponen estrictas reglas de conducta entre los miembros, como no pelearse entre compañeros. Cumplir estas normas puede traer “privilegios”, como comunicarse con familiares o recibir atención médica, lo que denota un sistema rígido de recompensas y castigos.

El canibalismo como método de control.

El antropólogo Claudio Lomnitz, de la Universidad de Columbia, destaca en su obra “Para una teología política del crimen organizado” que el canibalismo no es una práctica generalizada, pero sí un fenómeno presente en algunos cárteles, como una forma de romper las barreras morales más profundas y someter a sus integrantes. Lomnitz subraya que estas prácticas transgreden tanto la moral como las prohibiciones culturales y religiosas contra el sacrificio humano.

Creencias y rituales en el crimen organizado

Además de estas prácticas, algunos cárteles han desarrollado sistemas de creencias que combinan elementos de religiones populares y tradiciones culturales. Santos como Jesús Malverde, San Judas Tadeo y figuras como Nazario Moreno (fundador de Los Caballeros Templarios) representan aspectos espirituales utilizados para justificar sus acciones o reforzar su identidad colectiva.

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Estas narrativas destacan la gravedad del problema del reclutamiento juvenil por parte de los cárteles, quienes explotan la vulnerabilidad de las personas para someterlas a este tipo de dinámicas. Además, muestran cómo el crimen organizado recurre a extremos para consolidar su poder y asegurar el control total sobre sus integrantes.