México no está preparado para la ola masiva de deportaciones que se aproxima, alertan expertos

CIUDAD DE MÉXICO.- A tan solo 15 días de que Donald Trump asuma la presidencia de Estados Unidos, México se enfrenta a una gran crisis migratoria.

Expertos prevén dicha crisis en el país debido a que el gobierno mexicano tardó en reaccionar y no presentó un plan claro para proteger y dar refugio a los miles de migrantes que podrían ser deportados próximamente.

Cristina Hernández, investigadora del Programa Universitario de Estudios sobre el Desarrollo de la UNAM, alertó sobre las graves carencias del plan presentado por el gobierno mexicano, calificándolo de tardío y carente de medidas concretas.

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“México no tiene la capacidad para albergar y dar seguridad social a los migrantes. Lo que va a pasar es que la crisis migratoria que hemos venido atestiguando a partir de 2018 se va a agudizar. El pronóstico al que nos enfrentamos es realmente desolador porque no hay recursos para brindar ayuda inmediata como servicios de salud o de atención sicológica, habrá una crisis humanitaria”, advirtió la investigadora de la UNAM.

También comparó las medidas tomadas hasta ahora como “curitas en un cuerpo que va a desangrarse” y criticó que no sea claro y explícito el rechazo a la política antiinmigrante del próximo presidente de Estados Unidos.

Las acciones son insuficientes y cortas para no molestar a Estados Unidos (...) pareciera que no quieren incomodar a Donald Trump. La respuesta tiene que ser de mucha mayor contundencia, no tiene forma el ‘plan’ que presentó la Secretaría de Gobernación y llegó tarde. Se anunciaron generalidades y hace falta tener mayor claridad de medidas muy puntuales que van a estar a cargo de los cónsules”, expresó Hernández.

Subrayó que, hasta el momento, no se sabe qué tipo de apoyo ofrecerán los consulados a los migrantes, si brindarán información, asistencia económica, o facilitarán un tránsito seguro hacia México, ni cuáles serán las capacidades de los estados fronterizos y de los consulados.

También dijo que no se habla del presupuesto que tendrán dichas acciones.

“Es importante saber de qué manera se va a hacer llegar esta información o estas medidas a las personas que se encuentran en riesgo de ser deportados, que es algo que tampoco hemos visto de manera masiva, como seguramente o es muy probable que pase a partir del 20 de enero”, cuando asuma Trump la presidencia, agregó.

Hernández describió como “suave” el plan presentado por la Secretaría de Gobernación para “ayudar” a los migrantes y criticó su falta de detalles y claridad. Según Hernández, la estrategia parece más preocupada por no incomodar al gobierno estadounidense que por proteger a los migrantes.

Construcción de albergues: ¿una solución insuficiente?

La presidenta Claudia Sheinbaum expresó durante su conferencia matutina del 9 de diciembre que no es necesario un presupuesto adicional para el Instituto Nacional de Migración (INM).

Por su parte, Avelino Meza, secretario general de Fuerza Migrante, destacó que el gobierno ha anunciado la construcción de 25 albergues en la frontera, pero calificó esta medida como insuficiente. Además, lamentó que el plan no contemple un presupuesto claro para enfrentar las deportaciones.

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“Han sido pequeños elementos que han dado con respecto a este famoso plan del gobierno federal, como el botón de pánico, los servicios legales que está preparando la red consular. Habrá diferentes etapas de la deportación, no un bloque de deportaciones generales, así está marcado en las leyes, independientemente de los decretos que el presidente Trump pueda firmar el primer día de gobierno”, dijo.

El experto advirtió que podría surgir una crisis humanitaria debido a las condiciones actuales y las declaraciones de Donald Trump, que generan temor sobre detenciones y deportaciones masivas.

Tres etapas de deportaciones: el desafío en puerta
El movimiento de deportaciones podría darse en tres etapas:

1. Migrantes actualmente detenidos en Estados Unidos.
2. Personas en libertad con órdenes de deportación activas, que podrían enfrentarse a operativos de captura y deportación exprés.
3. Detenciones masivas, una propuesta polémica que contraviene las leyes migratorias estadounidenses, según explicó Meza.

“En el caso de la segunda etapa que vemos nosotros de las deportaciones, podrían ser personas que actualmente están en libertad, pero que ya tienen órdenes de deportación. El sistema comenzará a buscarlos, detenerlos y deportarlos en algún esquema de deportación exprés. Esto podría llevar semanas o tal vez meses para poder localizarlas”, indicó.

“Actualmente las leyes de migración de Estados Unidos no permiten ese tipo de deportaciones legales, si son detenidos, estas personas tienen que iniciar un proceso legal con jueces en los Estados Unidos”, aclaró.

Los migrantes deportados enfrentarán graves dificultades sin documentos oficiales, acceso a servicios sociales o empleo

En 2025, más de medio millón de mexicanos que serán deportados de Estados Unidos enfrentará grandes dificultades al regresar a México. Esto se debe a que muchos no tienen la credencial del INE, lo que les impedirá acceder a programas sociales o empleos temporales ofrecidos por el gobierno mexicano.

Albert Rivera, director del Albergue Ágape en Tijuana, señaló que los gobiernos federal, estatal y municipal están respondiendo muy lentamente ante la crisis migratoria que se acerca.

Según las estadísticas del gobierno de Estados Unidos, hay 1.4 millones de personas con órdenes de deportación, y 660,000 más enfrentan cargos o han sido condenadas por delitos. Al menos la mitad de estos deportados son mexicanos.

Rivera comentó que la Secretaría del Bienestar apenas ha comenzado a visitar los albergues para ver qué capacidad tienen, pero aún no han informado si se construirán más comedores o lugares para recibir a los deportados. El gobierno federal planea construir 25 albergues y el gobierno de Baja California ofrecerá otros 25.

El activista también destacó que muchos deportados no tendrán documentos oficiales como credenciales del INE o actas de nacimiento porque vienen de las cárceles o nunca tramitaron esos documentos en los consulados. Esto complicará su acceso a servicios y empleos, ya que necesitarán estos documentos para acceder a programas sociales o conseguir trabajo.

La carencia de documentos oficiales les traerá problemas ante las autoridades. Cómo pueden acceder a un programa social de Bienestar sin credencial del INE, sin acta de nacimiento, sin comprobante de domicilio. Lo mismo, cómo podrán obtener un empleo sin esos documentos. Es un gran reto que no vemos cómo lo va a resolver el gobierno mexicano”, detalló.

Por otro lado, los migrantes que vendrán de cumplir sentencias en Estados Unidos serán fácilmente reclutados por los cárteles y la delincuencia organizada, lo que representa otro gran problema. Además, los niños deportados, que no hablan español ni conocen la historia de México, representarán un reto para la educación y el sistema social, ya que no hay un plan claro para atenderlos adecuadamente.

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