“A pesar del aumento del salario mínimo, no alcanza para cubrir las necesidades básicas”, afirma CAM UNAM
A pesar de un incremento histórico del 135% en los últimos seis años, los trabajadores mexicanos siguen luchando por cubrir las necesidades básicas, mientras la pobreza extrema y el alza de precios continúan afectando a millones.
CIUDAD DE MÉXICO.- En los últimos seis años, el salario mínimo en México ha tenido un incremento sin precedentes de casi el 135%. Sin embargo, este esfuerzo gubernamental no ha logrado mejorar significativamente las condiciones de vida de los trabajadores debido al encarecimiento de alimentos y otros bienes esenciales.
Según el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el costo de la Canasta Alimenticia Recomendable (CAR) pasó de 9,566 pesos en 2018 a 14,590 pesos en diciembre de 2024, un aumento del 52.5%.
Luis Lozano Arredondo, director del CAM, explicó que el reciente incremento del 12% en el salario mínimo es insuficiente para cubrir siquiera la mitad de la CAR, mucho menos para afrontar otros gastos como vivienda, transporte o servicios básicos.
El aumento al salario en términos de recuperación del poder de compra sólo tiene efecto si los precios de los alimentos básicos se mantienen constantes o disminuyen lo cual no ha sucedido en el país”, señaló Lozano.
Señaló que, aunque el aumento en el poder adquisitivo del salario mínimo marca una diferencia en comparación con administraciones anteriores, el monto aún es insuficiente para cubrir necesidades básicas como la alimentación.
Pobreza extrema persiste
Además, destacó que los niveles de pobreza extrema entre la población trabajadora no han disminuido a pesar de las medidas gubernamentales orientadas a incrementar los mini salarios mediante decretos.
Según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), el número de personas en pobreza extrema creció de 39.5 millones en 2018 a 43.5 millones en 2024, un incremento de 4 millones.
“El resultado más preocupante es que la tasa de población ocupada en pobreza extrema (TPOPE), cuyos ingresos les son insuficiente para comer dignamente no se ha logrado abatir pese a los montos extraordinarios que el gobierno ejerce en programas sociales, lo que implica que es necesario una mayor focalización de esos apoyos y un mejor control de la inflación con atención prioritaria en los artículos de primera necesidad que son los que más aumentan de precio”, indicó Lozano.
Asimismo, destacó que el bienestar de los trabajadores no se limita al salario mínimo, sino que también requiere garantizar el acceso a una canasta básica completa, vivienda adecuada, vestimenta, calzado, actividades recreativas y conexión a internet.
El experto instó a enfocar los esfuerzos en controlar la inflación y optimizar la efectividad de los programas sociales, señalando que estos aún no han conseguido atender las necesidades más apremiantes de quienes viven en condiciones de pobreza extrema.
“Lo verdaderamente importante es atender el control de la inflación y lo que una familia sigue sin poder acceder como es la otra mitad de la canasta básica, vivienda decorosa, vestido, calzado, recreación e incluso internet en casa”, agregó.
Beneficios limitados
El aumento en los salarios mínimos beneficiará a 8.9 millones de trabajadores, que representan el 40% de los 22.6 millones de personas inscritas en el IMSS. Sin embargo, para aquellos que ganan un poco más que el salario mínimo, mejorar su poder adquisitivo puede ser más complicado.
Esto se debe a que su aumento salarial depende de su contrato colectivo o de una negociación con su empleador, que muchas veces solo les da un ajuste según la inflación prevista.
Aumento de precios más pronunciado
Según entrevistas con bodegueros y comerciantes realizadas por el medio Milenio, algunos de los productos que han experimentado los incrementos más altos en los últimos dos años, atribuibles al cambio climático y a la inseguridad, son las frutas y verduras.
Entre los aumentos más notables se encuentran el chayote, con un alza del 400 por ciento; la naranja, 327 por ciento; la guayaba, 127 por ciento; el aguacate, 115 por ciento; el plátano, 113 por ciento; y la lechuga, 111 por ciento.
En cuanto a los productos de origen pecuario, el huevo destaca con un aumento acumulado del 72 por ciento, seguido por el pollo con 58.22 por ciento, la carne de cerdo con 45.5 por ciento y la carne de res con 44 por ciento.
De manera similar, los precios en loncherías, fondas, torterías y taquerías aumentaron entre un 53 y un 60 por ciento hasta diciembre de 2024.
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