Análisis revela altos niveles de contaminación por metales pesados en viviendas y escuelas de Monterrey; entre ellos arsénico y plomo
La presencia de estos metales pesados implica un riesgo de salud para los habitantes de la zona.
Un reciente análisis toxicológico realizado en 2024 reveló alarmantes niveles de contaminación por metales pesados, incluyendo plomo y arsénico, en casas y escuelas situadas en las inmediaciones de una recicladora de residuos peligrosos en el área metropolitana de Monterrey. Esta recicladora, Zinc Nacional, procesa polvos de acería provenientes de Estados Unidos, los cuales contienen sustancias consideradas peligrosas en muchos países.
El estudio fue liderado por el investigador de toxicología de la UNAM, Martín Soto Jiménez, en colaboración con The Guardian y Quinto Elemento Lab. Las muestras recogidas en 18 sitios dentro de un radio de 2.5 kilómetros alrededor de la planta, incluyendo la Escuela Primaria Gral. Lázaro Cárdenas y el Centro de Desarrollo Infantil (Cendi) No. 12, mostraron niveles de plomo y arsénico decenas o incluso cientos de veces superiores a los límites establecidos en Estados Unidos., informó Reforma.
El plomo es un metal que daña gravemente el sistema nervioso, especialmente en niños, mientras que el arsénico es un carcinógeno reconocido. De acuerdo con el informe, en la Escuela Primaria Gral. Lázaro Cárdenas se encontraron niveles de plomo mil 760 veces por encima del umbral considerado seguro en Estados Unidos, mientras que en tres viviendas los niveles superaron el límite en 400 veces. Además, el Cendi No. 12 y otras estancias infantiles presentaron niveles peligrosamente altos de arsénico.
Un problema creciente por la importación de residuos peligrosos
Monterrey ha recibido una cantidad significativa de residuos peligrosos provenientes de Estados Unidos. En 2022, la región recibió cerca del 50% de todos los desechos peligrosos exportados por ese país, incluyendo cientos de miles de toneladas de baterías de plomo y polvos de acería contaminados. Según un análisis de datos del Gobierno de Estados Unidos, ese año las empresas estadounidenses enviaron a Zinc Nacional unas 181 mil 400 toneladas de polvos de acería, una cantidad que ha aumentado casi un 50% en los últimos cuatro años.
Zinc Nacional utiliza estos polvos en un proceso de reciclaje que implica calentarlos a altas temperaturas para recuperar el zinc, el cual se destina a la fabricación de productos como fertilizantes, alimentos para animales y pintura. No obstante, durante este proceso se liberan a la atmósfera partículas finas que contienen plomo, cadmio, arsénico y otros metales pesados, lo que contribuye al severo problema de contaminación del aire que afecta al área metropolitana de Monterrey.
Reacciones y postura de la empresa
El director de Zinc Nacional, Eduardo Alverde Villarreal, aseguró que “la operación de la compañía cumple plenamente con todas las regulaciones vigentes”. Sin embargo, declinó hacer comentarios específicos sobre los hallazgos del estudio de Soto Jiménez, argumentando que desconocía las conclusiones y la metodología empleada.
Por su parte, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) informó que el caso amerita una inspección para evaluar las condiciones de la planta y sus posibles impactos ambientales.
Impacto en la comunidad
El estudio destaca que casi todos los sitios analizados presentaron niveles preocupantes de varios metales pesados, lo que plantea un serio riesgo para la salud de los habitantes de la zona, especialmente de los niños que asisten a las escuelas cercanas. Los expertos han advertido que la exposición prolongada a estas sustancias podría tener consecuencias graves, como daño neurológico y un mayor riesgo de desarrollar cáncer.
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