Listas las cuarentenarias de Ojinaga y Palomas para inspección y reapertura del comercio de ganado a EU

CHIHUAHUA.-Las cuarentenarias de Ojinaga y Palomas se encuentran preparadas para ser inspeccionadas por la Oficina de Inspección de Sanidad Agropecuaria (OISA) con el objetivo de reiniciar el cruce comercial de ganado en pie hacia Estados Unidos. Estas inspecciones forman parte de los esfuerzos para cumplir con los protocolos establecidos por el Departamento de Agricultura y el Animal and Plant Health Service (USDA-APHIS), necesarios para controlar la plaga del gusano barrenador del ganado, señala el medio El Heraldo de Chihuahua.

Aprobación de la cuarentenaria de San Jerónimo

El presidente de la Unión Ganadera Regional de Chihuahua (UGRCH), Álvaro Iván Bustillos Fuentes, informó que la cuarentenaria de San Jerónimo aprobó la revisión realizada por las autoridades estadounidenses. Desde las 9:00 horas del pasado lunes, comenzó la inspección de las adecuaciones realizadas en los corrales de preacondicionamiento, necesarias para cumplir con el protocolo sanitario. Antes del mediodía, Bustillos comunicó a los ganaderos que el USDA avaló dichas adecuaciones, lo que representa un paso crucial para la reapertura comercial.

Aunque no se estableció una fecha específica para restablecer la comercialización, se espera que la frontera a través de San Jerónimo sea habilitada en breve. El líder ganadero agradeció a todos los involucrados en las adecuaciones y reiteró el compromiso de continuar con el proceso hasta la reapertura total.

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Inspección pendiente en Ojinaga y Palomas

Por su parte, las cuarentenarias de Ojinaga y Palomas están listas para recibir la visita de la OISA y programar la inspección del USDA esta misma semana. La meta es cumplir con los protocolos necesarios para garantizar la seguridad sanitaria del ganado exportado.

El cierre de la frontera, vigente desde el 24 de noviembre pasado, ha representado un desafío para la industria ganadera de Chihuahua. A dos meses de esta restricción, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) confía en que el comercio de ganado mexicano pueda reanudarse antes del 30 de enero.

Impacto económico del cierre

El cierre de la frontera ha ocasionado pérdidas estimadas en al menos 400 millones de dólares. La suspensión se originó tras la detección de un caso de gusano barrenador en un bovino en Chiapas, hallado en un Punto de Verificación e Inspección Federal en noviembre de 2024. Esta plaga, causada por las larvas de la mosca Cochliomyia hominivorax, afecta gravemente al ganado al alimentarse de su tejido vivo, informó La Jornada.

Álvaro Bustillos expresó la frustración del sector ganadero, señalando que un problema ocurrido a más de 3,000 kilómetros al sur ha afectado injustamente a la frontera norte. Durante este periodo, miles de reses destinadas a corrales de engorda en Texas no pudieron exportarse, especialmente en noviembre y diciembre, meses de alta demanda. Además, la disminución de pasto y las bajas temperaturas incrementan el riesgo de pérdida de peso y valor del ganado que permanece en Chihuahua.

La oportunidad del invierno

Los ganaderos agremiados han solicitado que se acelere la apertura de la frontera bajo el nuevo protocolo, destacando que las bajas temperaturas dificultan la proliferación de la mosca responsable del gusano barrenador. Esto representa una oportunidad única para reactivar el comercio sin riesgos sanitarios.

La reapertura de las cuarentenarias y la implementación de los nuevos protocolos no solo restablecerán la exportación, sino que también contribuirán a mitigar las pérdidas económicas acumuladas en los últimos dos meses, indicaron las autoridades.