¿Puede realmente Donald Trump cambiar el nombre del Golfo De México?

México.- El presidente Donald Trump ha iniciado los trámites para renombrar el Golfo de México como “Golfo de América” a través de un decreto firmado apenas considerando el cargo.

Según sus declaraciones durante su discurso inaugural, este cambio simbólico busca reafirmar el lugar de Estados Unidos como la nación más poderosa y respetada del mundo. Trump afirmó que el nuevo nombre es “hermoso” y “apropiado” debido al supuesto liderazgo de su país en la región.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió con ironía a la propuesta de Trump, sugiriendo que, si se trata de renombrar, más bien podría llamarse “América Mexicana” al suroeste de Estados Unidos, recordando que territorios como Texas y Florida alguna vez formaron parte de México.

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¿Puede Donald Trump cambiarle de nombre al Golfo de México a Golfo de América? Esto dice la IA

Motivo del nombre del Golfo De México

Sheinbaum también destacó que el nombre actual del golfo tiene raíces históricas y culturales reconocidas por la comunidad internacional, mucho antes de la fundación de Estados Unidos.

El proceso para cambiar un nombre geográfico en Estados Unidos implica que la propuesta sea evaluada por la Junta de Nombres Geográficos (BGN, por sus siglas en inglés), organismo que regula los nombres de uso oficial.

Aunque la BGN considera cambios solo por razones convincentes, el precedente del expresidente Barack Obama al renombrar el Monte McKinley a Denali podría ser utilizado como referencia. Sin embargo, Trump ha expresado su intención de revocar esa decisión también.

Históricamente, el nombre “Golfo de México” se remonta a los mapas elaborados por exploradores españoles en el siglo XVI, mucho antes de la independencia de Estados Unidos.

Además, cualquier intento de cambiarlo enfrentaría la opinión de países involucrados, como México y Cuba, y organismos internacionales como la Organización Hidrográfica Internacional (OHI) y la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que podrían intervenir para evitar conflictos.

Aunque el cambio podría aplicarse de inmediato en mapas y comunicaciones oficiales dentro de Estados Unidos si la BGN lo aprueba, no tendría impacto en México, Cuba ni en organismos internacionales.

Esto no sería la primera vez que ambos países usan nombres distintos para el mismo cuerpo de agua, como ocurre con el Río Bravo/Río Grande.

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El decreto de Trump no solo busca cambiar el nombre del golfo, sino también revertir decisiones simbólicas de gobiernos anteriores, mostrando una postura nacionalista y polémica que probablemente generará más tensiones diplomáticas con los países vecinos.