Migrantes esperan que a Donald Trump se le ablande el corazón
Permanecen en campamentos en la CDMX con la esperanza de que el Presidente de EU les dé una respuesta
CIUDAD DE MÉXICO, GH.- Yurima Arocha de 37 años llegó a la Ciudad de México hace ocho meses y se instaló en un campamento migrante ubicado sobre el Eje Central Lázaro Cárdenas, a un lado de la Central de Autobuses del Norte, para esperar una cita CBP One, poder llegar a Estados Unidos y cumplir su sueño de rescatar a sus cuatro hijos y a su esposo de la violencia y la pobreza que enfrentan en su país.
A escasos 10 minutos de Bellas Artes y del Centro Histórico, en la Calle Poniente 112 y Eje Central se erige el campamento sobre uno de los camellones en donde unos 300 migrantes de distintos países aguardan mientras siguen su camino hacia el Norte del País con la esperanza de ingresar a Estados Unidos.
Tenemos ocho meses pidiendo la cita y nada salió, nos cayó como balde de agua fría que nos hayan quitado la CBP One”, dijo Yurima a Grupo Healy.
Yurima es una venezolana que salió de su país expulsada por la violencia. Aunque ella y su esposo tenían un pequeño negocio que empezaba a crecer, un buen día amaneció una amenaza de los criminales en donde debían pagar derecho de piso, sino serían asesinados ellos o alguno de sus hijos.
“Salí de Venezuela porque yo tenía mi pareja y teníamos un pequeño negocio, que apenas estaba empezando a crecer. La gente de la mafia empezó a ver que el negocio estaba subiendo, nos amenazó que teníamos que pagar una multa, sino les pagamos la multa teníamos que salir de nuestro país o nos matarían a uno de los niños. Por eso salgo. Mi pareja se fue a otro estado, los niños los tiene el papá, paramos la venta, un sobrino mío pagó las consecuencias, de broma no lo mataron, le dieron un tiro en el estómago”, narró.
La mujer no cuenta con documentos que acrediten su nacionalidad. Los perdió al cruzar la selva y la Embajada venezolana le cobra 400 dólares por el trámite del pasaporte y 60 por la cédula, los cuales en Venezuela no son tan caros, argumentó.
En el campamento hay familias completas que como Yurima se ganan la vida pidiendo una moneda en los semáforos.
AGUARDABAN CITA CBP ONE
Antes de las medidas antiinmigrante del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, esperaban por la cita CBP One para continuar su viaje en casuchas improvisadas de madera, con techos de lona y paredes de cobijas, sin agua, luz ni drenaje, pero ahora están en incertidumbre.
Los migrantes pagan 30 pesos en un baño público cercano al Eje Central para poder asearse y lidiar con las ratas que merodean en los alrededores del campamento.
Ahora, esperan a que a Donald Trump se le ablande el corazón y les dé una respuesta, dijeron en entrevista.
El 22 de enero la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo mostró una gráfica sobre los encuentros de migrantes en la frontera Norte, en donde se observa una disminución entre el 20 de mayo de 2024 al 20 de enero de 2025.
“El número de personas que llegan a la frontera Norte ha disminuido de manera muy importante. Esto es muy relevante, porque es un trabajo al que le pusimos mucha atención desde que llegamos al gobierno que permita, de manera humanitaria, a las personas que llegan al Sur de nuestro País orientarlas, darles opciones en nuestro País; o si de manera voluntaria quieren regresar, regresan”, dijo durante su conferencia matutina.
De acuerdo con la gráfica presentada basada en datos de la Customs and Border Protection(CBP) en total en mayo de 2024 el número de encuentros diarios oscilaba alrededor de los 6 mil, mientras que al 20 de enero, la cifra era de mil 943, de los cuales 823 tenían una cita CBP One.
Sheinbaum Pardo indicó ese día que dadas las condiciones que ha planteado el presidente Donald Trump, no tiene caso que los migrantes lleguen a la frontera Norte.
“Porque hoy pues no tiene caso que lleguen a la frontera Norte, ¿verdad?, dadas las condiciones que ha planteado la nueva administración de Estados Unidos, del presidente Trump. Pero si llegan a la frontera Norte, entonces, hay una atención humanitaria porque es una obligación de cualquier gobierno humanitario”, puntualizó.
Pero, para los migrantes varados en Ciudad de México, la esperanza de llegar al Norte, continúa.
“Claro que voy a continuar, voy a esperar, yo no creo que una persona tenga el corazón tan malo, somos millones de migrantes”, dijo Yurima.
En el cuarto de tablas con cobijas en donde habita Yurima y que comparte con otros migrantes, hay un camastro en donde duerme. De las cobijas, que hacen de paredes, cuelga la mochila de un niño de 8 años que vivió ahí y que logró pasar a los Estados Unidos con su mamá.
HUIR POR NO TATUARSE
Kevin Pavón de 23 años, es originario de Honduras y hace seis meses llegó al campamento del Eje Central en donde limpia parabrisas para obtener recursos para comer.
El joven migrante salió de su país porque le cobraban cuota e intentaron obligarlo a tatuarse. Viajó 32 días desde Honduras a México a bordo del tren, en donde incluso sufrió un accidente que le lastimó uno de sus pies.
“Si no nos tatuamos nos matan, así mataron a un hermano porque no se quiso rayar, a mucha gente han matado así, en vivo nos echan a la familia en el tren”, contó.
Kevin estuvo en Monterrey, Nuevo León y en Saltillo, Coahuila, a punto de cruzar la frontera, pero fue deportado a Hermosillo por autoridades migratorias hace tres años.
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ADVIERTEN BOICOT Y “BAÑO DE SANGRE”
Alejandro Solalinde del albergue “Hermanos en el Camino” consideró que la política antiinmigrante de Trump no durará mucho y advirtió:
Aguas, porque viene el 1 de mayo (Día del Trabajo). Cuidado, puede ser no solamente una marcha como lo han hecho. Puede significar el inicio de una estrategia que le duele a Estados Unidos, a Donald Trump no le importará nada, lo que sí le duele es que le hagan un boicot. Yo quiero ver cómo a partir del 1 de mayo acuerdan una estrategia”.
Según Solalinde el boicot no sólo consistirá en no trabajar, sino también en “no comprar” ni consumir en Estados Unidos.
Guadalupe Correa-Cabrera, profesora de Política y Gobierno de la George Mason University, consideró que Donald Trump será “selectivo” en las deportaciones, pues de lo contrario sería “darse un balazo en el pie” por la afectación a la economía norteamericana.
“Va a ser selectivo. No se va a deportar a todos los que están indocumentados, eso afectaría de manera significativa a la economía estadounidense y llevaría a una inflación. Yo vislumbro que habrá prioridades, mandará a la gente que tiene más tiempo trabajando en Estados Unidos, mayores. Es una tragedia en este sentido”, dijo.
La profesora señaló que con la política de Trump en la frontera habrá “un gran baño de sangre”, debido a que se beneficiarán los traficantes de personas y los cárteles que reclutarán a los migrantes para sus filas.
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BUSCA LLEGAR A EU CON SU BEBÉ
Es la una del mediodía y Antonella Rodríguez de 18 años y su bebé Jordan de 1 año dos meses, no han comido.
Antonella es originaria de Venezuela y busca llegar a Estados Unidos con su niño luego de separarse de su pareja, porque en ese país viven su mamá y su tía, contó.
Para Antonella, el Presidente de Estados Unidos tiene razón para poner reglas duras para ingresar a su país.
“A la vez está bien y a la vez está mal, porque está dejando muchos inmigrantes por fuera”, indicó.
‘(Donald Trump) no nos quiere, nos quitó la cita, no nos quiere... yo quiero seguir mi sueño (en Honduras) no hay nada que comer, tampoco en Costa Rica. Allá se pelea la gente por la comida, andan peleándose por un plato de comida’.
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