Gobierno de México ha extraditado a 40 presuntos narcotraficantes en dos semanas según Armando Vargas, coordinador del programa nacional “México Evalúa”

Ciudad de México.- La extradición de 29 capos mexicanos del narcotráfico a Estados Unidos, realizada el pasado jueves, representa un cambio en la estrategia de seguridad del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, alejándose de la política de “abrazos, no balazos” implementada por su antecesor, Andrés Manuel López Obrador.

Las cifras de los primeros cuatro meses de la administración de Sheinbaum ya indicaban un endurecimiento en la estrategia de seguridad, según el portal web Proces.

De acuerdo con datos oficiales, las detenciones de “objetivos de alto valor” se han duplicado en comparación con los últimos meses del sexenio de López Obrador. Asimismo, los decomisos de fentanilo han aumentado un 600%, mientras que los operativos de las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional contra grupos criminales han crecido un 596% en relación con el inicio del gobierno anterior.

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Organizaciones especializadas en seguridad, como México Evalúa y ACLED, han identificado un incremento en los enfrentamientos entre fuerzas del orden y grupos delictivos, principalmente en Sinaloa, Michoacán y Sonora. Además, la destrucción de laboratorios clandestinos y el aseguramiento de drogas han alcanzado niveles sin precedentes.

Entre los extraditados se encuentran figuras clave del narcotráfico como Rafael Caro Quintero, vinculado al asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena en 1985, y Vicente Carrillo Fuentes, exlíder del Cártel de Juárez, así como miembros de Los Zetas y el Cártel de Jalisco Nueva Generación.

En solo dos semanas, el gobierno de Sheinbaum ha extraditado a 40 presuntos narcotraficantes, una cifra cercana al promedio anual de extradiciones durante el sexenio de López Obrador.

Analistas coinciden en que esta estrategia se asemeja más a la política de seguridad implementada por Felipe Calderón, quien declaró la guerra al narcotráfico en 2007.

Sin embargo, aún es temprano para determinar si este cambio logrará debilitar a las organizaciones criminales y reducir la violencia en el país.

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La presión internacional, particularmente de Estados Unidos, podría intensificarse en los próximos meses, lo que podría llevar a un mayor número de enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y grupos del crimen organizado. Mientras tanto, la administración de Sheinbaum busca demostrar resultados concretos en su lucha contra el narcotráfico y desmarcarse de la política de seguridad de su antecesor.