Tráfico de órganos y abuso sexual infantil: sobrevivientes revelan más atrocidades en los crematorios clandestinos de Jalisco

TEUCHITLÁN, JALISCO. 13 DE MARZO DE 2025.- Las investigaciones en el Rancho Izaguirre siguen avanzando, y poco a poco se van conociendo más detalles sobre lo ocurrido en los crematorios clandestinos que operaban ahí.

Indira Navarro, líder del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, dio a conocer varios testimonios anónimos de personas que dicen haber sobrevivido a ese “infierno”, como lo llaman.

El macabro descubrimiento

Todo empezó cuando el colectivo recibió llamadas anónimas alertando sobre lo que ocurría en el rancho, un predio que las autoridades ya habían asegurado desde 2024.

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Fue así como los Guerreros Buscadores acudieron al lugar y descubrieron la existencia de fosas y hornos clandestinos, dándolos a conocer a través de sus redes sociales.

Ahora Indira Navarro ha compartido lo que le han confesado quienes lograron salir de allí con vida.

En una charla con la periodista Carmen Aristegui, Navarro habló de una mujer que la contactó en la madrugada del 11 de marzo de 2025. Esa persona, identificada como María, le contó que estuvo privada de su libertad en el Rancho Izaguirre y que lo que vivió allí la marcó de por vida.

Asesinatos, corrales de cerdos, tráfico de órganos y abuso sexual infantil

“Me dijo que esto (el crematorio clandestino) tiene más de diez años, que opera desde 2012. Que la gente del lugar lo sabía, pero no podían hablar porque estaban amenazados. Me contó cosas muy fuertes”, explicó Navarro sobre lo que María le compartió.

Según este testimonio, en el rancho no solo había fosas y crematorios: también se hacían experimentos médicos con las personas retenidas y se traficaba con sus órganos.

María también reveló que en el mismo rancho había un corral de cerdos donde mandaban a los reclutas que no daban la talla en sus entrenamientos.

María le contó a Navarro sobre un corral de cerdos que usaban como castigo. Ahí, los reclutas que no cumplían con ciertos entrenamientos eran llevados y atacados por los animales, que estaban hambrientos tras semanas sin comida.

También mencionó que había castigos como peleas en lodo y dijo que todos los que estaban ahí dormían hacinados, sin espacio ni condiciones dignas.

Contó que la mayoría llegaba engañada con promesas de trabajo, aunque algunos eran llevados por encargo, como una especie de venganza de un grupo criminal contra quienes se les cruzaban. Y algo que impactó mucho: dijo que también había menores de edad en el rancho, llevadas para abusar de ellas.

Había un jefe al que le gustaban las niñas, le llevaban niñas pequeñas”, dijo, según el Heraldo de México.

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