Reportan la desaparición de Chayito, niña que fue vendida a cambio de un guajolote y 500 pesos en 2022, y después sobrevivió un incendio en su casa

OAXACA.- — La Fiscalía General del Estado (FGE) de Oaxaca ha emitido una ficha de búsqueda por la desaparición de Rosario Alfaro Bravo, mejor conocida como Chayito, una joven que en 2022 fue vendida por su propia familia a cambio de 500 pesos y dos animales, y que luego sobrevivió a un terrible incendio que devastó su hogar.

Fue vendida por un guajolote y 500 pesos

Rosario Alfaro, mejor conocida como Chayito, es una joven que ha vivido una serie de situaciones extremas que, en palabras de Ariadna Sosa, madre de la bailarina y activista Aleida Ruiz Sosa, “le fueron violados todos sus derechos humanos”.

En 2022, a los 14 años, se dio a conocer que fue vendida por su prima a un hombre de 19 años en San Felipe Jalapa de Díaz, municipio cercano al de su familia, por 500 pesos, un guajolote y un marrano.

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Según el relato de la misma Chayito, ella le pidió a su “dueño” regresar a su casa, pero él le respondió que no podía dejarla ir porque había pagado por ella.

“Luego de que me golpeara, y me violaba, yo le dije que me quería regresar con mi hermana y mi abuela, pero él me decía que no podía escapar porque había pagado por mí… al reclamarle, le pregunté que cuánto había pagado por mí y me respondió que dio un cochino, un guajolote y 500 pesos”, relató Rosario en una entrevista con Milenio.

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Vivía en extrema pobreza con su familia

Después de un tiempo de abusos, Rosario fue recuperada por la Fiscalía de Oaxaca, y regresó a bajo el cuidado de su abuela, Paulina, en Tuxtepec, Oaxaca.

Ahí vivió junto con su hermana menor, Ana Gabriela, bajo condiciones de pobreza extrema, como pepenadoras, recolectando materiales reciclables para sobrevivir. El Piñero describe la casa donde crecieron como “literalmente entre la basura”.

El reportero de Mileno, Carlos Abad, a quién “Chayito le dice tío, porque él vio por ella y su hermana por muchos años”, pidió ayuda a activistas como Aleida Ruiz y su madre Ariadna para tramitar un acta de nacimiento para la menor y conseguirle acceso a educación, pues no había asistido a la escuela en sus entonces 15 años.

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Incendio provoca quemaduras extremas

Rosario logró obtener su documentación legal, e ingresar al Instituto Nacional de Educación para los Adultos (INEA), con algunos trabos de parte de las instituciones.

En 2023, se reportó que un fuerte incendio que arrasó con la casa donde vivía con su familia en Tuxtepec. Su abuela Paulina no sobrevivió, mientras que ella y su hermana menor resultaron gravemente lesionadas.

Medios cuentan que Rosario sufrió quemaduras de tercer grado en el cien porciento de su cuerpo, por lo que se le realizaron mútiples trasplantes de piel, y estuvo en coma por al menos un mes. De acuerdo con el Piñero, los médicos le daban menos de un 5% de probabilidad de vida, debido a la gravedad del daño en sus órganos.

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Sin embargo, contra todo pronóstico, Chayito “venció a la muerte” con su recuperación. En julio del mismo año pudo reencontrarse con su hermana, y fueron adoptadas por una nueva familia.

“Este fin de semana se pudo establecer con una red de apoyo familiar, prevaleciendo siempre el interés superior de la adolescente, en la cuál ella decidió continuar con su tratamiento médico a través de una familia de acogida, ella tomó la decisión”, dijo entonces el lic. Josué Natanael Pérez Villalobos, procurador de la defensa del menor.

Sufría de maltrato con su familia biológica, denuncian padres adoptivos

Sol y don Moisés, son los padres adoptivos de Rosario, y viven en Tuxtepec. De acuerdo con sus entrevistas en Milenio, la joven había sufrido maltrato en la casa de su familia biológica en Juchitán.

La madre dice haber visto marcas de golpes en su cuerpo, y contó que la “obligaban a trabajar en una tortillería”, a pesar de que la adolescente debe evitar lugares con altas temperaturas por secuelas de sus quemaduras.

“Yo te la iba a mandar a casa de Carlos Abad, porque Chayito le dice tío, porque él vio por ella y su hermana por muchos años, pero en eso no supe más hace dos noches, Rosario me enseñó marcas en el cuerpo y me dijo que su familia de Juchitán le pegaba”, agregó.

Por su parte, Amanda, una pariente cercana que vive el Istmo de Tehuantepec, contó que la última vez que Rosario vio a su familia, habló sobre que “extrañaba a quienes la habían adoptado”.

De acuerdo a la ficha DNOL que emitió la unidad de búsqueda de personas desaparecidas y no localizadas, Rosario, de ahora 17 años de edad, salió el 12 de marzo de El espinal, Juchitán, Oaxaca, rumbo a Tuxtepec.

Sus padres adoptivos la recibieron el 13 de marzo y le rentaron un cuarto en la zona centro, a donde tenía dos noches de no llegar a dormir.

Chayito es una joven de 17 años, con una altura aproximada de 1.60 metros. Tiene tez morena, ojos café oscuros y cabello corto y rizado. Como señas particulares, presenta marcas por quemaduras en su cuerpo, especialmente visibles en su mejilla derecha. En el momento de su desaparición, vestía una sudadera roja con azul, pantalón verde tipo mallón y sandalias.