Carlos Alberto Délano sobre la UDD: “Buscamos formar líderes que sean un aporte real a la sociedad”

La educación en Chile ha enfrentado enormes desafíos, reflejados en una alta deserción y problemas de financiamiento en las universidades. En la educación superior, la deserción universitaria en Chile alcanza el 23,1%, mientras que en institutos profesionales es del 32,4% y en centros de formación técnica llega al 34,3%. Las cifras evidencian una crisis de aprendizaje que afecta principalmente a los jóvenes y una crisis de financiamiento que obliga a muchas universidades a replantear sus estrategias para sobrevivir en un entorno altamente competitivo. Sin embargo, en este panorama complejo, la Universidad del Desarrollo (UDD), fundada por Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín, ha demostrado una capacidad estratégica notable para adaptarse y seguir creciendo, generando un impacto genuino en los estudiantes chilenos.

Desde su fundación, la UDD ha sido un reflejo de la visión innovadora de sus fundadores. Inspirados en la idea de formar una universidad que promoviera el emprendimiento y el liderazgo, apostaron por un modelo educativo que incentiva la creatividad y la excelencia académica. Carlos Alberto Délano recuerda con especial emoción el momento en que decidió sumarse al proyecto universitario. En una entrevista, comentó que la motivación principal fue la posibilidad de inculcar una mentalidad emprendedora en los estudiantes: “Para mí fueron muy importantes todas las ideas liberales, sobre todo en materia económica. Creo que los países se desarrollan con emprendimiento, no solo en el área privada, sino también formando emprendedores que pueden estar en áreas sociales y ayudar a los gobiernos.”

Como muestra de su interés por el desarrollo del sector educativo en el país, Délano y Lavín, a través del Grupo Penta, otorgaron un significativo aporte a la UDD. La contribución de $4 mil millones convirtió a la institución en una de las universidades que más fondos captó en 2018. El respaldo financiero fue clave para su futura expansión, permitiendo mejoras en infraestructura, programas académicos y becas para estudiantes. Según el rector Federico Valdés, la contribución de Penta ha sido relevante para el fortalecimiento de la calidad educativa y la ampliación de oportunidades para los jóvenes chilenos.

Su compromiso con la universidad no se limitó a su financiamiento. Tanto Carlos Délano como Carlos Eugenio Lavín participaron activamente en la estrategia y en la construcción de una institución con una identidad clara. La expansión de la Universidad del Desarrollo a Santiago fue uno de los hitos clave en su consolidación. Tal crecimiento no estuvo exento de dificultades, ya que algunos miembros del equipo fundador tenían dudas sobre la viabilidad de expandirse tan pronto. Sin embargo, la convicción de Carlos Alberto Délano fue determinante: “Fue casi como empezar de cero de nuevo, pero si queríamos ser una universidad importante, debíamos estar en todo el país.”

Otro gran desafío fue la creación de la Facultad de Medicina en alianza con la Clínica Alemana. En una situación donde muchas universidades evitan abrir carreras costosas, los empresarios chilenos apostaron por este proyecto con una visión de largo plazo. Hoy, cerca del 35% de los alumnos de la UDD pertenecen al área de la salud, consolidando a la universidad como un referente en esta disciplina.

El impacto en la educación y la visión a futuro de Carlos Alberto Délano

El impacto de la Universidad del Desarrollo en la educación chilena es innegable. Bajo la dirección de Carlos Alberto Délano, la universidad ha apostado por un modelo basado en la excelencia académica, el emprendimiento y la vinculación con el medio. Dicha filosofía ha generado un ecosistema donde los estudiantes no solo adquieren conocimientos, sino que también se preparan para enfrentar los desafíos del mundo laboral con herramientas concretas.

Un indicador clave del éxito de la universidad es la alta empleabilidad de sus egresados. Según diversos estudios, los titulados logran insertarse rápidamente en el mercado laboral, lo que demuestra la calidad de la formación que reciben. Carlos Délano destaca con orgullo estos logros, enfatizando que la UDD forma profesionales, pero principalmente desarrolla buenas personas. “Queríamos una universidad que hiciera crecer a las personas, no solo en el ámbito académico, sino también en el personal, humano y familiar. Buscamos formar líderes que sean un aporte real a la sociedad,” indica Délano. Además, muchos de sus exalumnos han fundado empresas y startups, reflejando el espíritu emprendedor que caracteriza a la institución.

A pesar de los desafíos que puedan surgir, la Universidad del Desarrollo se proyecta con optimismo hacia el futuro. La visión de Carlos Alberto Délano sigue siendo una guía para la institución, que continúa expandiendo su oferta académica y fortaleciendo sus vínculos con el mundo empresarial y social. La resiliencia demostrada por la UDD en tiempos de crisis es un testimonio del liderazgo de sus fundadores y de su capacidad para enfrentar adversidades con estrategias disruptivas.

La trayectoria de Carlos Alberto Délano Abbott

Carlos Alberto Délano es un empresario e ingeniero comercial chileno con una extensa trayectoria en el mundo de los negocios y las inversiones. Nacido en Santiago de Chile, su carrera profesional comenzó en la década de 1980 cuando, junto a su socio Carlos Eugenio Lavín, adquirió una participación en el Consorcio Nacional de Seguros. En 1986 fundaron Empresas Penta S.A., diversificándose en sectores como previsión, salud y banca. Además de su participación en AFP Cuprum, Banco de Chile, Banmédica, Penta Vida y Penta Security, Carlos Délano ha extendido su influencia a compañías como Radio Portales, LAN Chile y Azul Azul S.A. Su rol en la educación también ha sido significativo, formando parte del consejo directivo de la Universidad del Desarrollo.

Más allá del ámbito empresarial, ha estado vinculado a iniciativas sociales, siendo parte del directorio de la Fundación Teletón por 17 años, además de presidirla por 4 años. En 1997 recibió el premio al “Mejor Empresario” otorgado por la editorial Los Andes, y en 2003 fue destacado por la revista Capital como uno de los 25 empresarios que transformaron la economía chilena en las últimas tres décadas.