Armas de lujo: Diamantes incrustados en pistolas fueron cambiados por imitaciones, estas pertenecían al exlíder de “Los Caballeros Templarios”

La Fiscalía General de la República (FGR) descubrió que, durante el resguardo de cuatro pistolas incautadas al extinto líder de Los Caballeros Templarios, Enrique Plancarte Solís, “El Kike Plancarte”, los diamantes incrustados en las armas fueron sustituidos por circonias sintéticas. Las gemas originales, valuadas en 617 mil 96 pesos, fueron reemplazadas por piedras falsas con un valor de apenas 19 mil 488 pesos, según una investigación de la Fiscalía de Asuntos Internos.

El hallazgo ocurrió cinco años después del aseguramiento de las armas, cuando el fiscal Octavio Santiago Rosales Constantino, titular de la Unidad Antiterrorismo de la FGR, fue relevado del caso. Las pistolas, decoradas con diamantes y grabados de lujo, formaban parte de un arsenal incautado en 2012 en el Rancho Los Caballos, Apatzingán, Michoacán, durante un operativo contra Plancarte.

Las cuatro pistolas Colt calibre .38 Super destacaban por su valor:

• Una con 244 diamantes y 355 negros, con la leyenda “La Familia” y un patrón de pez (198 mil 664 pesos).
• Otra con la leyenda “KIKI” y 347 diamantes negros y 252 blancos (215 mil 831 pesos).
• Una tercera con 142 diamantes traslúcidos y 386 negros, dos azules y dos café, con un patrón de mapamundi (201 mil 825 pesos).

En total, las incrustaciones representaban 33% del valor total de las armas incautadas (1.8 millones de pesos). En 2013, el fiscal Rosales ordenó retirar las piedras para su administración por el Servicio de Administración de Bienes (SAE), pero nunca se registró su ingreso.

En total, las incrustaciones representaban 33% del valor total de las armas incautadas

No fue hasta 2019 que un peritaje confirmó la sustitución de los diamantes. La FGR acusó a Rosales de modificar evidencias y solicitó para él 10 años de prisión, multa de 163 mil pesos y 20 años de inhabilitación. Sin embargo, el juicio está suspendido por un amparo.

Este caso se suma a otros escándalos de desaparición de bienes en la extinta PGR, como la pérdida de 53 millones en diamantes en 2017 o el robo de 52 mil dólares en una incautación al Cártel de Sinaloa en 2006.

La FGR mantiene la acusación, pero el proceso judicial sigue en espera.