"Hubo una negligencia médica por querer ganar unos pesos": Abuela del bebé nacido en cesárea alumbrada por celulares

Baja California.- Fue en Mexicali donde se practicó una cesárea en penumbras, apenas iluminada bajo la luz de varios celulares, dentro de una clínica privada que sufrió un apagón. Las consecuencias de la mala práctica fueron inmediatas, y por desgracia, recayeron en el bebé que se planeaba dar a luz.

Sin electricidad, médicos y enfermeras del hospital privado Clínica Internacional de Especialidades, en la ciudad de Mexicali, realizaron una cesárea a Karla Araceli Urizandi Martínez, mujer embarazada de 19 años, con la luz de sus teléfonos celulares.

Julián Adriel, de 8 días de nacido, actualmente se encuentra en estado delicado. Esto fue resultado de la mala práctica del personal, ya que la iluminación proporcionada por los celulares no evitó que al bebé le fuera cercenada la oreja izquierda, como también parte de un hemangioma en la misma zona. Julián, por esto, tiene hinchada la parte izquierda de su cabeza. Es por ello que su familia teme que pueda perder la audición de ese oído.

Sonia Martínez Andrade, la abuela del bebé, expresó que la salud de Julián está en riesgo y que por ahora recibe atención médica de un pediatra particular. A Julián se le practicarán estudios en un nosocomio distinto a la clínica.

En fotos del recién nacido se puede visibilizar una severa inflamación en la parte izquierda del rostro, así como suturas en su oreja.

"No me quiero operar así, no me quiero morir"

México

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La cesárea de Karla Araceli estaba programada para el 6 de junio a las 11:00 horas, en la clínica ubicada en la Avenida Michoacán 1870, de la Colonia Pueblo Nuevo, en el centro de Mexicali. Los médicos cambiaron la intervención hasta las 12:40 horas, cuando anestesiaron a la mujer.

A las 12:48 horas, la CFE registró un apagón en la zona. El médico le comentó a Karla Araceli que se había ido la luz, pero que ya estaba anestesiada, así que proseguiría con la intervención con la luz de su celular, relató la abuela Sonia Martínez.

“No me quiero operar así, no me quiero morir”, suplicó Karla Araceli al médico. El doctor hizo caso omiso a su petición y salió a la sala de espera donde estaba su esposo, Julián Solís, de 21 años, a quien con descaro le mintió.

“Se fue la luz, pero tenemos una subestación (de energía), el quirófano está iluminado, ahorita lo pasamos para que esté presente en el parto”, le aseguró a Julián Solís, el esposo de Karla Araceli.

La clínica no activó ninguna planta eléctrica tras un apagón general en la Colonia Pueblo Nuevo, el cual duró 26 minutos.

"Hubo una negligencia médica por querer ganar unos pesos" expresó Sonia.

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La abuela relató que el médico que realizó la cesárea, David Santoyo Alanís, se deslindó de la negligencia en la cortada de la oreja del pequeño y se retiró del quirófano, antes que cosieran a Karla Araceli. “Le dijo a mi yerno ‘le cortaron la oreja, yo no fui'”, refirió Sonia Martínez.

Un médico distinto al que atendió el parto intentó reconstruirle la oreja al bebé, sin embargo, no dejó de referirse a que la familia “se ahorró 30 mil pesos por su intervención”.

Al cortar la oreja izquierda, cortaron parte de un hemangioma, el cual no representa peligro si no se toca, pero sí es un riesgo para la salud, destacó la abuela Sonia Martínez. Otra de las irregularidades, prosiguió, fue que a Karla Araceli no le dejaron ver a su hijo recién nacido tras la cesárea.

La familia interpuso una denuncia el pasado 9 de junio por los delitos de responsabilidad médica y técnica, o lo que resulte, ante la Fiscalía General del Estado.