Travesías padrísimas

Tanto en México como en el mundo hay itinerarios que pueden adaptarse a cada tipo de viajero, aquí te proponemos algunos de ellos.

EN MÉXICO
Una buena opción es visitar el Pueblo Mágico de Tequila para conocer los procesos de elaboración de uno de los destilados que le ha dado tanta fama al País: el tequila.

Además de admirar el Paisaje Agavero que junto a las Antiguas Instalaciones Industriales de Tequila fueron distinguidas por la UNESCO como Patrimonio Mundial, es posible desconectar del estrés y conectar con la naturaleza al dar un paseo a caballo. Tras una cabalgata familiar, merecen asistir a una cata. Obligado es pasear por la Plaza de Armas y las calles del destino.

Los más aventureros pueden hallar en Tapalpa, otro Pueblo Mágico de Jalisco, la posibilidad de volar en parapente. Esta experiencia que se realiza en compañía de guías experimentados, además de regalar panorámicas del destino a vista de pájaro, provoca descargas de adrenalina en quien la realiza.

Para los que quieran practicar Turismo Paleontológico está la alternativa de viajar a Saltillo, Coahuila. Uno de los imperdibles del destino es el Museo del Desierto. Desde la entrada, un "Tiranosaurio Rex" roba la atención de los viajeros. Además de ver réplicas de dinosaurios, también hay una zona para aprender sobre los planes de conservación de animales del desierto, como los coyotes y el lobo gris mexicano.

Para quienes se les antoje realizar un recorrido "bien cargado" está la opción de hacer la Ruta del Café, en Chiapas. Este recorrido permite ver el amanecer con una taza de esta aromática bebida en mano, reconocer todo lo que hay detrás de la misma y vivir una gran experiencia en alguna de las fincas cafetaleras de la región Soconusco como la de Hamburgo o Argovia Finca Resort.

Además de ver paisajes de ensueño, los visitantes aprenden los procesos de elaboración, desde recolectar el fruto de la planta hasta el tostado del grano; también es posible asistir a catas y a talleres de barismo.

EN EL EXTRANJERO
¿Qué te parecería un viaje que cruza fronteras entre el desierto más árido y el salar más grande del mundo? Si lo piensas, con una propuesta como la anterior estarías obsequiando altas dosis de calma y silencio. Y es que, a decir de los expertos los sonidos que reinan en estos rincones del continente americano son el silbido del viento, el llanto de alguna alpaca adolescente a la distancia o el crujido de la tierra seca bajo cada pisada.

La propuesta es trazar una ruta -a ritmo lento y de forma privada-, desde el desierto de Atacama, en Chile, hasta el Salar de Uyuni en Bolivia (o viceversa), a bordo de un vehículo 4×4. Quienes realizan un itinerario de este tipo disfrutan de avistamientos, paisajes únicos así como de los lodges y refinados servicios de la reconocida firma Explora.

En contraste, los amantes de la vida citadina hallarán en Chicago una combinación de arquitectura deslumbrante, museos y una gran oferta culinaria. Locales y visitantes afirman que esta ciudad se disfruta mejor desde las alturas y para muestra está 360 Chicago Observation Deck, el extraordinario observatorio ubicado en el piso 94 del John Hancock Center. La visita también puede resultar adrenalínica, ya que en el sitio también se encuentra TILT, una plataforma de cristal que se inclina 30 grados a 300 metros de altura y provoca mariposas en el estómago.

Por último, la posibilidad de hacer turismo carretero siempre contribuirá a estrechar los lazos familiares y comprender que -muchas veces- la felicidad no siempre está en el destino a visitar, si no que se halla en el camino.

Anímate a trazar un roadtrip por EU o Canadá a bordo de una casa rodante o vehículo recreativo (RV, por sus siglas en inglés) de Cruise America. Además de aprovechar el tiempo para conversar, es posible coleccionar vivencias que a la larga se recordarán: ¿Qué tal observar la flora y fauna del sitio? ¿Te gustaría montar un cine privado entre lo árboles? O mejor aún... ¿No has pensado en regalarle al héroe de tu vida la posibilidad de ver un montón de estrellas?