Coronavirus en Estados Unidos: 3 factores que explican la mejora de la pandemia en el país con más casos y muertes del mundo
Desde hace semanas, el país experimenta una notable disminución en casi todos los indicadores que dan cuenta de la tragedia de la pandemia. ¿A qué se debe?
Tras meses de pesadilla, Estados Unidos ve una luz en el oscuro túnel de la pandemia de coronavirus.
Desde hace semanas, el país experimenta una notable disminución en casi todos los indicadores que dan cuenta de la evolución del covid-19.
Durante los últimos siete días, por ejemplo, el total de casos reportados ha caído en más del 22%, mientras las hospitalizaciones disminuyeron en casi 16% y las muertes en 3,5%.
Y aunque el número de pruebas que se realizan también se ha reducido, los expertos se muestran optimistas y señalan que la caída no está vinculada a los problemas para hacer mayor cantidad de test.
"Es una caída real en los números de contagios y hospitalizaciones", dice a BBC Mundo el doctor Amesh Adalja, investigador principal del Centro de Seguridad Sanitaria de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins.
"Lo podemos comprobar si miramos otras variables, como el porcentaje de positividad, que también va hacia abajo o las propias hospitalizaciones. Este último punto es clave, porque las hospitalizaciones no están directamente vinculadas a las pruebas", dice.
La epidemióloga Mary Jo Trepka, de la Universidad Internacional de Florida, explica, por su parte, que aunque las muertes han caído no dan cuenta del estado actual, dado que los fallecimientos tarden más de un mes y medio en disminuir luego de que comienzan a caer los casos.
"Es por eso que pensamos que en el próximo mes veremos una caída más notable en el número de muertos", dice a BBC Mundo.
Los expertos consultados recuerden que, pese a las "buenas noticias", el panorama sigue siendo desolador: Estados Unidos es todavía el país con más muertes y contagios por coronavirus en el mundo y, aunque los casos han disminuido en las últimas semanas, aún son mayores que los que se reportaron durante todo el año pasado hasta noviembre.
"De cualquier manera, son noticias muy positivas porque estos números significan que hay menos coronavirus circulando en las comunidades, incluso cuando se están haciendo menos tests", afirma Tepka.
Pero ¿qué pasó para llegar a este punto? En BBC Mundo te ofrecemos 3 factores que lo explican.
1.Menos viajes
De acuerdo con Trepka, la reducción en el número de casos, hospitalizaciones y muertes reportadas en las últimas semanas marcan el final de la "tercera ola" de contagios que reportó EE.UU. en los meses pasados.
"Estas disminuciones son un escenario que hemos visto en otros momentos de la pandemia, cuando se alcanza la cima de la curva y luego los casos empiezan a caer", dice.
Tanto Tepka como Adalja coinciden en que un factor determinante en este sentido es que el aumento en los casos reportados con anterioridad se debió en gran medida a los viajes que realizaron muchos estadounidenses por la temporada de fiestas, desde Acción de Gracias en noviembre hasta Año Nuevo.
"Lo que vivimos en los meses anteriores, fue resultado de que muchas personas estaban viajando por las fiestas. Ahora la temporada de fiestas terminó y en estos meses los estadounidenses no suelen viajar mucho de vacaciones", dice.
"Con menos circulación de personas, menos exposición al virus", agrega.
2- Un gran número de estadounidenses ya se ha contagiado
Adalja señala que otro de los motivos que han llevado a esta reducción en los números es la cantidad de casos que ya se han reportado en EE.UU., lo que dificulta la propagación del virus.
De acuerdo con cifras de la Universidad John Hopkins, hasta este viernes, más de 27 millones de personas se habían contagiado de covid-19 en EE.UU.
Sin embargo, dado que gran parte de los casos son asintomáticos o muchas personas no se hacen tests tras contagiarse, la mayoría de los modelos epidemiológicos multiplican esa cantidad por cuatro, lo que implica que casi un tercio de la población del país se habría contagiado ya.
"La inmunidad de rebaño no será alcanzada en Estados Unidos hasta el verano, pero incluso sin tener inmunidad de rebaño, teniendo el 30% de la población con cierto grado de inmunidad natural, como se estima ahora, hace que sea más difícil para al virus seguir contagiando", dice.
"A estas alturas ya tantas personas han sido infectadas que hay cierta inmunidad natural, que hace más complicada la propagación del virus. O sea, en febrero de 2021 es más difícil para el virus propagarse de lo que lo era en octubre de 2020", agrega.
En ese sentido, Trepka señala que muchas personas con trabajos esenciales, que son las que continúan saliendo mayoritariamente a las calles, ya se han contagiado, lo que limita también la propagación.
"Desde el principio de la pandemia, hubo muchas personas que eran más vulnerables al covid-19 que otras. Y la razón por la que eran más vulnerables es porque tenían trabajos donde tenían que interactuar con otras personas", comenta.
"Muchos de estos trabajadores esenciales ya se han contagiado, también personas que compartían y siguen compartiendo con grandes grupos, por lo es lógico que aunque siguen saliendo a la calle, ahora están menos expuestos".
3- Vacunación y uso de mascarillas
Adalja señala que otro elemento que ha ayudado a contener la propagación del virus es que un mayor número de personas usan mascarillas que cuando comenzó la pandemia y, aunque no hay indicios de que más estadounidenses hayan comenzado a usarla en las últimas semanas, su uso ofrece un grado adicional de protección.
"Es un tema multifactorial, porque ahora hay más personas utilizando mascarillas, hay una proporción notable de la población que ya se infectó y hay una pequeña proporción de la población que ya está vacunada. Todo eso hace que sea más difícil para el virus continuarse propagándose", dice.
Hasta este viernes, según los Centros Para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), cerca del 11% de la población de EE.UU. había recibido al menos una dosis de las vacunas disponibles y menos del 4% había recibido las dos dosis requeridas.
El gobierno del presidente Joe Biden ha acelerado los mecanismos de vacunación en las últimas semanas y el jueves anunció que para el verano el país contará con las dosis suficientes para vacunar a la totalidad de la población.
"Con más vacunas seguiremos viendo beneficios en cuanto a hospitalizaciones y muertes en el futuro, porque la mayor parte de las personas que requieren hospitalización son las mayores o las que tienen enfermedades y esas son las personas que se están vacunando primero", señala Adalja.
Trepka, por su parte, no cree que la vacunación tenga todavía un impacto notable en los actuales números, pero estima que en los próximos meses sus resultados se harán más evidentes.
"La vacunación tendrá un mayor impacto cuando seamos capaces de vacunar también a grupos jóvenes que son los principales responsables de las transmisiones, porque son las personas que están trabajando o que son más proclives a socializar o reunirse en grandes grupos", dice.
El peligro de las nuevas variantes
Pero no todo es color de rosa.
Los expertos consultados por BBC Mundo temen que esta caída de nuevos casos sea, como ha pasado antes, transitoria.
"Aunque tenemos estas buenas noticias de casos disminuyendo también está el riesgo de que muchas personas bajen la guardia. Y también tenemos sobre nosotros esta nube oscura de las nuevas variantes que son más contagiosas", opina Trepka.
Desde hace un par de meses, han aparecido nuevas variantes de coronavirus que son capaces de multiplicar los contagios hasta tres veces y que parecen poder infectar incluso a personas que se han enfermado de covid-19 antes.
Según los CDC, una de ellas, la británica, será la dominante en Estados Unidos para fechas tan próximas como marzo.
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"Dado que son mucho más contagiosas, existe el peligro de que esta tendencia de menos casos dé marcha atrás a medida que estas nuevas variantes se hacen dominantes en Estados Unidos. Veremos más casos otra vez cuando estas variantes se hagan comunes", afirma Adalja.
El experto asegura que, ante este contexto, la posibilidad de vacunar a un mayor número de la población se vuelve urgente, incluso aunque se comiencen a propagar variantes para las cuales no son tan efectivas las vacunas.
Y aunque prevé un aumento del número de casos, se muestra confiado en que con la vacunación, los peores efectos del virus estarán bajo control.
"Las vacunas parecen ser efectivas contra la variante británica y previenen casos graves, hospitalizaciones y muertes de las variantes sudafricana y brasileña, por lo que creo que las cifras de muertes disminuirán independientemente de las variantes. Es preciso tener en cuenta que incluso una protección parcial es mejor que ninguna protección", señala.
De acuerdo con Adalja, en este contexto, las medidas que tomen los estadounidenses para prevenir nuevos contagios continuarán siendo decisivas.
"Es importante que tengamos en cuenta que la pandemia todavía no ha terminado y que vendrán meses muy duros. Por eso, debemos mantener las precauciones a medida que las nuevas variantes se vuelven dominantes. Debemos seguir siendo muy cuidadosos y hacer una buena evaluación de riesgos sobre en qué actividades participamos o dónde vamos", dice.
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