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"Petro está tratando de dar la señal de que los capitalistas pueden seguir teniendo confianza en la economía colombiana"

José Antonio Ocampo, uno de los economistas colombianos más reconocidos dentro y fuera de su país, conversa con BBC Mundo sobre los principales retos que enfrentará el próximo gobierno de Gustavo Petro y las dificultades que enfrentará para conseguir los recursos para financiar su agenda social.

"Petro está tratando de dar la señal de que los capitalistas pueden seguir teniendo confianza en la economía colombiana"

La elección de Petro encarna el deseo de cambio de una parte sustancial de la población colombiana.

La llegada a la presidencia de Colombia de Gustavo Petro, considerado como el primer mandatario de izquierda en la historia del país, viene cargada de esperanzas e incertidumbres.

Petro fue electo con lo que muchos analistas consideran como una "ambiciosa" agenda social cuya viabilidad dependerá, en gran medida, de cambios en las políticas económicas y fiscales.

Según explica el economista José Antonio Ocampo, compaginar la solución del déficit fiscal con el cumplimiento de estas promesas de cambios sociales será un reto importante para el nuevo gobierno.

Ocampo es uno de los economistas colombianos más reconocidos dentro y fuera de su país. Es profesor de la Universidad de Columbia y en el pasado fue secretario general de la Cepal, subsecretario adjunto para Asuntos Económicos y Sociales de la ONU; y ministro durante los gobiernos de César Gaviria y Ernesto Samper.

Durante la campaña presidencial asesoró al candidato del Partido Verde, Sergio Fajardo, lo que entonces le llevó a estudiar también las promesas de Petro y a señalar las dificultades que habría para su ejecución debido a las limitaciones en las finanzas del Estado colombiano.

Los programas de Petro y Fajardo coincidían en gran parte del diagnóstico sobre los problemas de Colombia, pero se diferenciaban a la hora de plantear soluciones.

Una vez que Fajardo quedó descalificado en la primera vuelta electoral, Ocampo dijo que estaría dispuesto a colaborar con quien resultara electo como presidente de Colombia, algo que ha repetido nuevamente en esta entrevista con BBC Mundo realizada al día siguiente de la victoria de Petro.


Gustavo Petro acaba de ser electo como presidente de Colombia ¿Cuáles serán los principales retos que enfrentará el nuevo gobierno desde el punto de vista económico?

Hay retos de corto plazo y de largo plazo. Yo diría que los de corto plazo más complejos son los retos fiscales. Porque el gobierno saliente deja -en parte debido a la pandemia- un nivel de deuda pública que es uno de los más altos de la historia de Colombia y también un déficit fiscal que debe ser solucionado. Y esto contrasta obviamente con las promesas que hizo el presidente electo durante la campaña, que son considerables en materia social. Por tanto, la forma como él va a manejar esas promesas frente al reto fiscal es un elemento importante.

Desde el punto de vista de largo plazo, obviamente lo más candente es el tema social que es, de hecho, lo que ha llevado al surgimiento de los movimientos sociales y a la victoria la política de este Pacto Histórico, como se ha llamado.

Eso genera retos en materia social, pero también en materia económica. En su discurso, por ejemplo, habló mucho del apoyo a la apuesta en el fondo de la pequeña empresa en materia de créditos, en materia de asistencia del gobierno para mejorar las condiciones de los pequeños productores, que además es un tema extremadamente importante para el agro, que es donde se dan los mayores niveles de informalidad laboral.

El otro es el tema del crecimiento. Ahí, obviamente, hay elementos de corto plazo, cómo se va a superar la incertidumbre que su victoria ha generado en muchos sectores del sector privado, pero también el hecho de que Colombia, desde las reformas del mercado de hace 30 años, no ha crecido muy bien como no han crecido los países latinoamericanos. Por tanto, hay un reto enorme de desarrollar unos sectores productivos que permitan un mayor crecimiento económico.

Ocampo fue secretario general de la Cepal y subsecretario adjunto para Asuntos Económicos y Sociales de la ONU.

Usted mencionó ahora las promesas que hizo Petro durante su campaña y que tendrán incidencia en las finanzas públicas. En su programa se incluyen cosas como la educación universitaria gratuita o el reconocimiento del derecho a la pensión de todas las personas en edad de jubilación, aunque no hayan cotizado.¿Tiene Colombia dinero para costear esas promesas? ¿Cuán realizables son desde el punto de vista fiscal?

Eso es precisamente a lo que me refería yo con los retos de corto plazo porque va a ser necesario adoptar dos decisiones: en primer lugar, una reforma tributaria que recaude ingresos públicos, además con un sistema más redistributivo, como propuso en su campaña, en otras palabras, garantizando que los sectores de más altos ingresos paguen impuestos más altos.

Y por otra parte, la decisión de cuáles de esos programas sociales adicionales se van a ir montando primero y cuáles pueden esperar un tiempo, de acuerdo con el costo que tienen. Me parece a mí que son dos prioridades muy importantes y la primera obviamente exige la aprobación de un Congreso en el cual el presidente electo no tiene mayoría parlamentaria y, por lo tanto, tendrá que negociar con los otros sectores para garantizar la mayoría para la aprobación de la reforma tributaria.

¿Y la reforma tributaria en los términos en los que la ha planteado Petro sería suficiente para cumplir con todas estas promesas o se quedaría corta? Lo preguntó por qué en el programa de Petro se critica el sistema colombiano diciendo que tiene un sesgo a favor de las personas excesivamente ricas...¿Bastaría con aumentar los impuestos solamente a los más ricos para financiar el Estado colombiano y cumplir con todas estas promesas?

El hecho de que los sectores de más altos ingresos paguen menos impuestos en Colombia fue señalado en un informe de la OCDE sobre Colombia, entre otros. O sea, es un hecho más o menos bien reconocido que obviamente captó su campaña como lo hicieron otras campañas en este proceso electoral.

Ahora, cómo eso se va a solucionar depende de cuál es la propuesta. No solamente ponerles unos impuestos efectivos más altos a los sectores de altos ingresos, sino a mi juicio -cosa que también está incluida en el programa del presidente electo- la eliminación de muchos beneficios tributarios que existen para sectores e incluso para ingresos personales.

Sectores como la economía naranja, que promovió la administración que termina; pero también el sector de turismo, el sector de la gran producción agropecuaria. Hay varios sectores que tendrán que reducir sus beneficios tributarios para garantizar recursos. De cualquier manera, la propuesta de que tenían de elevar el recaudo tributario en cinco puntos del PIB es una propuesta muy optimista.

Sería difícil llegar a a ese punto con esas reformas planteadas...

Yo creo que se puede llegar a un recaudo más alto, pero esa propuesta de cinco puntos del PIB sí parece muy elevada. No sería fácil una reforma tributaria que garantizará ese resultado.

Petro se enfrenta a la paradoja de que quiere alejarse de la industria de los hidrocarburos, pero el petróleo es una de las principales fuentes de ingreso de Colombia.

Petro en su discurso tras la victoria criticó las políticas extractivistas, habló de acelerar la transición energética e impulsar una economía descarbonizada. Ahora, ¿cuán compatibles son estas ideas con el hecho de que el petróleo en Colombia es la primera fuente de ingresos del Estado?

Yo comparto totalmente esas prioridades. De hecho, son parte de la tendencia internacional, el concepto de descarbonizar las economías para combatir el cambio climático, pero también de muchas otras dentro del debate colombiano, como que hay que diversificar, por ejemplo, nuestra base exportadora de manera sustancial para depender menos del petróleo o del carbón, que han sido sectores muy importantes de las exportaciones colombianas.

Entonces, yo creo que esas prioridades son compartidas. Ahora, cómo se puede lograr eso en el caso colombiano para lograr contribuir a combatir el cambio climático, pero sin generar problemas económicos, es un tema de secuencias. Digamos, cómo se van reduciendo los contratos para exploraciones. Creo que el propio candidato, después de la propuesta inicial que decía que las iba a frenar del todo, ha venido con propuestas más pausadas, más graduales. Esto ya es una prioridad, pero hay otras prioridades, si se quiere...

Dos puntos adicionales. En materia de generación eléctrica es mucho lo que se ha logrado en Colombia en materia de diversificación en los últimos años, con energía solar y energía eólica. De hecho, Colombia es uno de los mejores ejemplos de América Latina en ese campo. Por cierto, es una prioridad que comenzó en el gobierno de (Juan Manuel) Santos que llevó a cabo bien el gobierno de (Iván) Duque.

Lo otro, dentro de la cual hay todavía un vacío enorme y curiosamente no fue mencionada exactamente en su discurso, es el tema de cómo se frena la deforestación, aunque él sí hizo mucho énfasis en la selva amazónica como un patrimonio, una contribución latinoamericana al combate al cambio climático a nivel mundial.

Entiendo, pero la pregunta viene por este lado: si el programa de Petro implica aumentar el gasto fiscal de forma sensible y el petróleo es la principal fuente de ingresos del Estado colombiano. Entonces, ¿cómo Colombia va a aumentar el gasto fiscal al mismo tiempo que reduce su principal fuente de ingresos?

Bueno, el petróleo no es la principal fuente de ingresos. Es una fuente importante, pero el IVA y el impuesto de renta a las empresas son tal vez las principales fuentes de recaudo tributario en Colombia. Es cierto que sí es una contribución importante, lo que, dicho sea de paso, enfrenta un tema complejo que también le deja la administración actual a la próxima: el déficit del fondo de estabilización de precios del combustible, que obliga a aumentar los precios del petróleo, como ya lo dijo este gobierno en su último marco fiscal.

Curiosamente los mayores recaudos por concepto de la bonanza petrolera a través de Ecopetrol son incluso menores al déficit que se ha generado en el fondo de estabilización del precio del combustible.

En este momento el barril de crudo se cotiza por encima de los US$100, ¿tiene sentido que Petro haya hablado en la campaña de empezar a desmontar la industria de hidrocarburos, considerando que en ella se hacen inversiones a largo plazo y que, en este momento, es un ingreso que puede servir para financiar en Colombia justamente los planes sociales que tiene Petro...

Sí, es un ingreso público importante. La bonanza petrolera ayuda significativamente. Pero, hoy por hoy, el problema básico que se genera en ese mercado es que Colombia no ha ajustado los precios internos de los combustibles. Solamente en algunos combustibles y por lo tanto el déficit del fondo de estabilización es incluso mayor que lo que se está recaudando en materia de los ingresos de Ecopetrol, las utilidades extraordinarias de Ecopetrol por la bonanza petrolera.

Desde 2019, Colombia ha vivido varias olas de protestas callejeras.

¿Y el aumento de los precios internos del combustible no conlleva el riesgo de malestar social y de un impacto económico?

Habría que ver cómo se maneja. El impacto más grande es sobre el transporte público. Entonces, veremos cómo se maneja.

Durante las últimas semanas se ha especulado con la idea de que si ganaba Petro, muchos capitales colombianos y extranjeros se iban a ir del país por temor a las políticas económicas. ¿Cuánta confianza cree que ha logrado transmitir el presidente a esos capitales en su primer discurso? ¿Hay riesgo de una corrida de capitales o una devaluación del peso que obligue a imponer un control de capitales?

Debo decir varias cosas. La primera es que uno de los mensajes claves fue que el presidente dijo claramente que quiere el capitalismo. Un capitalismo más equitativo, pero un capitalismo. No estamos hablando de expropiar a las empresas privadas. Él ha tenido un discurso en el que ha tratado de moderar esas expectativas negativas. Vamos a ver cómo se materializa eso en la práctica eso, tanto en el corto plazo, en materia del tipo de cambio que, sin duda, ya mostraba en varios mensajes de devaluación en el mercado.

Pero también hay que ver qué va a hacer el Banco Central, por ejemplo, en esa materia para moderar el aumento de la tasa de cambio.

En otros países latinoamericanos, como en Chile, no ha habido una estampida como tampoco la hubo en Brasil bajo Lula. O sea, no siempre la idea de que hay una salida de capitales masiva se materializa porque gana un gobierno de izquierda. Pienso que el presidente electo Petro está tratando de dar esa señal de que los capitalistas pueden seguir teniendo confianza en la economía colombiana.

En la vecina Venezuela, los opositores a Hugo Chávez le cuestionaban que repartiera las riquezas del país sin aumentar antes la producción. Petro dijo en su discurso que es necesario producir la riqueza antes de poder redistribuirla. ¿Es un mensaje para los mercados?

Correcto. Ese también es un mensaje dirigido a los mercados que va muy asociado al mensaje de que lo que él está proponiendo es un capitalismo, una variedad del capitalismo. No está proponiendo la expropiación ni decisiones que afecten significativamente la producción. Entonces creo que ese mensaje también es para los mercados.

Según Ocampo, Petro busca mantener la confianza de las empresas privadas.

¿Cómo interpreta usted ese mensaje de que van a desarrollar el capitalismo en Colombia? ¿Qué puede significar en términos concretos?

Ese mensaje era para decir que él no está pensando hacer expropiaciones masivas de ningún tipo, ni tomar decisiones que afecten la propiedad privada, de manera que la gente no quiera tener propiedad privada o no pueda tener propiedad privada.

En ese sentido, es un mensaje es bastante diferente al de Venezuela. Me parece que lo que ocurrió allí no es una comparación relevante para Colombia. Además, porque Venezuela es el peor caso en la historia mundial de un colapso económico. No creo que eso sea lo que le espera a Colombia.

Durante la campaña electoral usted asesoró al candidato Sergio Fajardo y mientras lo hacía, Petro dio señales de querer que usted se sumará a su equipo. Si Petro llegara invitarle, ¿usted estaría dispuesto a formar parte del gobierno?

Yo he dicho claramente que yo estoy dispuesto a apoyar al presidente electo. En qué calidad será algo que veremos más adelante.


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