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Madre de Nueva Jersey que mató a su bebé de 17 meses es sentenciada a cadena perpetua

Los fiscales dijeron que la mujer asfixió a su bebé de 17 meses colocándole una toallita limpiadora sobre la nariz y la boca

Una mujer de Nueva Jersey condenada en julio por matar a su hijo de 17 meses en 2019 ha sido sentenciada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

La jueza del condado de Camden, Gwendolyn Blue, cumplió la cadena perpetua de Heather Reynolds, de 45 años, el 15 de noviembre, casi tres meses y medio después de que un jurado declarara culpable de asesinato a la acusada.

Junto con el cargo de asesinato, el jurado condenó a Reynolds por posesión de metanfetamina y poner en peligro el bienestar de un niño el 28 de julio, menciona el NYP.

Estamos agradecidos con el jurado por el tiempo y la atención que le dieron a este caso”, dijo Peter Gallagher, jefe de la Sección de Homicidios de la Oficina del Fiscal del Condado de Camden, quien representa al estado en este asunto.

En un comunicado de prensa de la oficina de la fiscal del condado de Camden, Grace C. MacAulay, dijo que, junto con una cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el cargo de asesinato, Blue sentenció a Reynolds a ocho años por poner en peligro el bienestar de un niño y cuatro años por posesión de un sustancia peligrosa controlada, la metanfetamina.

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Asfixió a su bebé de 17 meses

Los fiscales del condado de Camden dijeron que Reynolds asfixió a su hijo de 17 meses, Axel, al colocarle una toallita limpiadora sobre la nariz y la boca.

El 10 de mayo de 2018, Reynolds salió corriendo de su casa en Gloucester Township con un niño que no reaccionaba en sus brazos y gritaba pidiendo ayuda. Cuando llegaron los equipos de emergencia, encontraron a Axel inconsciente y en el césped de la casa de su familia en Sicklerville, Nueva Jersey.

Según los informes, el niño tenía moretones alrededor de la boca y la nariz, y Reynolds le dijo a los técnicos de emergencias médicas que su hijo podría haber ingerido algo venenoso. Cuando los técnicos de emergencias médicas le dijeron a Reynolds que su hijo había estado muerto durante mucho más tiempo, Reynolds supuestamente cambió su historia.

Los testigos en ese momento también le dijeron a la policía que Reynolds tomó metanfetamina la noche anterior, lo que la policía confirmó después de encontrar residuos de drogas en su bolso.

La autopsia determinó que la causa de la muerte del niño fue asfixia y la forma fue homicidio.

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