En Indonesia, volcán Merapi entra en erupción y cubre varios pueblos de ceniza

INDONESIA.- La estructura geológica expulsó este sábado un río de lava incandescente de alrededor de un kilómetro y medio, y nubes de humo y cenizas, que provocaron la alerta de las autoridades locales.

Reportan que volcán en Indonesia ha comenzado a expulsar un río de lava:

El volcán Merapi, situado en la región central de la isla indonesia de Java, ha expulsado este sábado un río de lava incandescente de alrededor de un kilómetro y medio, además de humo y cenizas que han caído en varios poblados de la región, lo cual ha provocado la alerta de las autoridades locales, sin que se haya necesitado evacuar a la población por el momento.

“Se ha observado una erupción de lava que alcanza una distancia de 1.500 metros hacia el suroeste”, apunta en un comunicado divulgado hoy el Centro para la Investigación y Desarrollo de Desastres Geológicos (BPPTKG, por sus siglas en indonesio).

Señalan que aún no se ha considerado evacuar a toda la población:

En el mismo se advierte a la población de las localidades cercanas que eviten las actividades en las zonas de peligro, en un radio de entre 3 y 7 kilómetros desde el cráter del volcán, si bien no se ha considerado necesario aún evacuar a la población.

“Una erupción explosiva podría alcanzar una distancia de 3 kilómetros desde el cráter”, añade.

Yulianto, funcionario del puesto de vigilancia local, dijo que no se había evacuado a ningún residente.

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“Esto sólo se ha observado una vez, ha habido 5-6 avalanchas. Si la cobertura sigue aumentando y la distancia es superior a 7 kilómetros, es probable que se recomiende la evacuación de los residentes”, dijo.

Se trata del volcán más activo del país asiático y con más erupciones:

El Merapi, de 2.968 metros de altura, se encuentra en el límite entre la región especial de Yogyakarta y la provincia de Java Central, y es el volcán más activo del país asiático y uno de los que más erupcionan del mundo, y se hallaba en el segundo máximo nivel de alerta.

Su última gran erupción, ocurrida en 2010, causó la muerte de 347 personas y obligó a evacuar a cerca de 400.000, entre las cuales 3.000 familias tuvieron que ser reubicadas permanentemente.