Bolivia rinde cuentas en su lucha contra el narcotráfico en 2023
Decomisos récord suman más de 400 toneladas de mariguana y cocaína
LA PAZ, Bolivia.- En el año pasado, El Gobierno de Bolivia ha demostrado un compromiso firme en la lucha contra el narcotráfico, llevando a cabo más de 10,000 operativos en 2023 con resultados significativos.
El Ministerio de Gobierno Interior dio a conocer el día de hoy que durante el año pasado se realizaron un total de 10,470 operativos contra el narcotráfico, resultando en el desmantelamiento de tres organizaciones criminales.
En las redadas se incautaron un total de 32,93 toneladas de cocaína, así como 372,19 toneladas de marihuana. Además, se decomisaron 608 toneladas de sustancias químicas sólidas utilizadas en la producción de drogas ilícitas.
Impacto en la infraestructura del crimen
Las acciones del Gobierno boliviano también han afectado significativamente la infraestructura del narcotráfico; se confiscaron 979 vehículos, 51 avionetas y 410 inmuebles relacionados con actividades ilícitas, según informó el Ministerio en un comunicado.
Durante el año pasado, las autoridades bolivianas intervinieron al menos 122 pistas clandestinas y detuvieron a 3,457 personas vinculadas en la producción y movilización de estupefacientes. Además, se ejecutaron acciones para desmantelar las instalaciones de producción, destruyendo 766 fábricas y 97 laboratorios de cristalización de droga.
Las medidas de control se extendieron más allá de los operativos, con 10,051 inspecciones de control de sustancias a empresas y personas naturales que operan con productos químicos.
Fronteras seguras
Bolivia ha reforzado la cooperación regional en la lucha contra el narcotráfico, firmando acuerdos con países como Chile, Colombia y Perú. Dichos acuerdos buscan mejorar la coordinación y el intercambio de información para combatir eficazmente este flagelo.
Las operaciones de control se extendieron a las fronteras con Chile y Paraguay, así como a las regiones limítrofes con Perú.
Desafíos en la producción de coca
En un intento por controlar esta situación, Bolivia ha ampliado la superficie de los cultivos legales de hoja de coca, pasando de 12,000 a 22,000 hectáreas desde 2017.
En 2023 se racionalizaron y erradicaron unas 10,302 hectáreas de cultivos ilegales, en un esfuerzo por frenar la producción de drogas.
La producción de la hoja de coca, que tiene usos tradicionales y medicinales reconocidos en la Constitución boliviana, y su desvío para la producción de cocaína representa un problema persistente en la actualidad de Bolivia.
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