ONU expresa alarma por irrupción en embajada mexicana en Ecuador
La intervención policial en la embajada mexicana en Ecuador, donde se encontraba asilado el exvicepresidente Jorge Glas, desencadena una crisis diplomática entre ambos países, generando condenas internacionales y preocupación de la ONU.
ECUADOR.- El sábado pasado, el Gobierno ecuatoriano logró su cometido de devolver a prisión a Jorge Glas, exvicepresidente del país, generando una ola de críticas y condenas por haber irrumpido en la Embajada mexicana en Quito para detenerlo, a pesar de que México le había otorgado asilo político. Esta acción provocó la ruptura de relaciones diplomáticas con México y Nicaragua, así como una condena casi unánime de la comunidad internacional.
El Secretario General de la ONU hizo un llamamiento a la moderación y exhortó a ambos gobiernos, el de Ecuador y México, a resolver sus diferencias por medios pacíficos.
Llamado a la moderación y resolución pacífica
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, mostró preocupación por la intervención de las fuerzas de seguridad ecuatorianas en la Embajada de México en Quito, declarando que esto atenta contra el principio de inviolabilidad de los locales y del personal diplomático, esencial en el derecho internacional.
Guterres reafirmó “el principio cardinal de la inviolabilidad de los locales y del personal diplomático y consular”, subrayando que este principio debe ser respetado en todos los casos según el derecho internacional. Además, advirtió que las violaciones a este principio ponen en peligro las relaciones internacionales normales y la cooperación entre Estados.
Traslado a prisión de máxima seguridad
Tras pasar la madrugada en la Unidad de Flagrancia de Quito, Glas fue trasladado en avión a la cárcel de máxima seguridad de La Roca, en Guayaquil, destinada a los presos más peligrosos. La orden de detención se fundamentaba en acusaciones por malversación de fondos públicos relacionados con la reconstrucción de la provincia de Manabí tras el terremoto de 2016, así como por condenas previas por cohecho y asociación ilícita.
Asilo político y ruptura de relaciones diplomáticas
Glas había solicitado asilo político en la Embajada de México en diciembre de 2023, alegando persecución política. México concedió el asilo justo cuando las relaciones entre ambos países estaban tensas, después de que Ecuador expulsara a la embajadora mexicana como respuesta a comentarios del presidente López Obrador sobre un asesinato relacionado con las elecciones en Ecuador.
Sin embargo, horas después, la Policía Nacional de Ecuador ingresó a la Embajada mexicana para detener a Glas, lo que México consideró una violación a su soberanía y al derecho internacional, lo que llevó a la ruptura de relaciones diplomáticas.
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Justificación del Gobierno ecuatoriano
El Gobierno de Ecuador argumentó que había un riesgo inminente de fuga de Glas del país, lo que justificaba la irrupción en la Embajada. La ministra de Relaciones Exteriores, Gabriela Sommerfeld, afirmó que se agotaron los diálogos con México antes de tomar esa decisión y que un delincuente no puede ser considerado un perseguido político.
La acción de Ecuador recibió condena de organismos como la Organización de los Estados Americanos (OEA) y gobiernos de varios países, incluyendo Estados Unidos y naciones latinoamericanas como Argentina, Brasil y Venezuela.
La OEA expresó su rechazo a cualquier acción que ponga en riesgo la inviolabilidad de las misiones diplomáticas y urgió al diálogo entre México y Ecuador para resolver la situación.
Con información de infobae y La Jornada
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